El padre Bachi, un cura villero ejemplar

Te conocí ocupándote por un inocente preso de tu barrio. De tu Villa Palito en La Matanza, lugar donde naciste, te criaste y volviste siendo cura.

Era un viernes a la mañana. Hace muchos años.
Me hablaste de ese inocente , Marcos Villa, que había sido condenado a prisión perpetua,  y acababa de confirmarle la pena el Tribunal de casación. 

Marcos terminó absuelto gracias a tu lucha, Bachi, los familiares de Marcos y la APDH La Matanza, con Pablo Pimentel a la cabeza.

Así te conocí,  y luego compartimos muchas otras historias de vida. Similares. Tragedias que te rodeaban mientras apoyaste la construcción de una comunidad. Con todas las letras. La solidaridad, alegria, y el verte admirado por los fieles y vecinos de tu casa humilde, cálida, generosa. Compartimos pucheros, vinos y anécdotas inolvidables. Eternas.
El saludo que brotaba de tus labios : " hola hermanito" fue y será un sello imborrable de tu identidad.

Hasta luego hermanito.
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