Entregó casi 8 millones de pesos por un cuento del tío

Le sucedió a una mujer de 82 años, quien creyó estar hablando con su nieta y que su hija estaba en peligro. Dejó en dos esquinas 59 mil dólares, 80 mil pesos y sus joyas

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Una mujer de 82 años perdió los ahorros de toda su vida en el breve lapso que le demandó juntar el efectivo y las joyas que tenía en su casa y depositarlos en las esquinas que le indicaron los estafadores que la engañaron con un cuento del tío telefónico. Este caso que ocurrió en el centro de La Plata renovó la preocupación por una modalidad que golpea, principalmente, entre los adultos mayores.

Fuentes oficiales informaron que todo sucedió pasada la medianoche de ayer, cuando Adela, de 82 años, estaba en su casa de la calle 55, cerca del Paseo del Bosque, y recibió un llamado en su teléfono de línea fija. Respondió. Del otro escuchó la voz de una joven que se identificó como su nieta y parecía desesperada.

“Me estaba por ir a dormir, sonó el teléfono y ahí empezó todo. Yo di el nombre de mi nieta, le dije ´Juli sos vos´ y me hicieron todos los pedidos, me decía que no corte el teléfono y salí tres o cuatro veces para hacer todo lo que me pedían”, declaró la víctima.

Ella no desconfió, sobre todo porque se la oía agitada, hablaba rápido y lo que le dijo obligó a Adela a concentrarse en el problema, más que en quién y cómo se lo estaba relatando. “Esta mujer le dijo que su madre (la hija de la víctima) estaba siendo amenazada para que saldara una deuda”, reprodujo un investigador consultado por este diario, para lo “cual necesitaba todo el dinero que su abuela tuviera, para que lo entregara y estuviera a salvo”. Muchas víctimas de este tipo de maniobras coinciden en decir que la voz que escuchan “es idéntica” a la del pariente que dicen ser, por lo que suponen que utilizan algún tipo de herramienta digital para ajustarla. Expertos en la modalidad explican, en cambio, que los estafadores “no usan nada, sólo se aprovechan del pavor de la gente a que un ser querido esté en peligro”, lo que completan con su habilidad para mentir y convencer.

“Fui caminando”

Creyendo sin dudarlo que quien hablaba era su nieta, la mujer escuchó atentamente las indicaciones que ésta le dio para salvar a su hija. Le ordenó la joven que reuniera todo el efectivo y las joyas que tuviera en su casa, las pusiera en dos bolsas y las dejara en un par de esquinas cercanas a su domicilio.

Fui “caminando, primero hasta la puerta” de su casa “y después a algunos lugares más” que le decían.

Según el reporte oficial al que accedió este diario, preocupada por la integridad física de su hija Adela se apuró en reunir 59 mil dólares; 80 mil pesos y joyas, que distribuyó tal y como le indicó la delincuente, para llevarlas luego a los destinos pautados, las esquinas de 3 y 54 y 3 y 56. Completado el plan, volvió caminando a su casa para hacer lo que le ordenaron que hiciera: esperar. Al advertir que pasaban los minutos pero nada más pasaba, la mujer llamó a los familiares que creía involucrados en el tema, pero, para su estupor, ni su nieta ni su hija estaban al tanto de una amenaza, ni tenían deudas. Tampoco, claro está, la habían contactado para pedirle ayuda.

Supieron así que Adela había sido víctima -una más entre tantas otras- de un cuento del tío telefónico, modalidad que hasta hace un tiempo se conocía como “secuestro virtual” hasta que la pandemia los forzó a aggiornar el relato para sortear lo inverosímil que podía resultar, por lo menos hasta hace poco, que alguien fuera secuestrado sin poder salir de la casa por la cuarentena.

La jubilada fue rápidamente a las esquinas donde había dejado los valores, pero ya no estaban. Llamó entonces al 911 y luego radicó la denuncia en la comisaría jurisdiccional, bajo la carátula “extorsión”. Por instrucción de la fiscalía en turno -la 5- los detectives de la DDI La Plata se sumaron a la investigación, que podría avanzar con el análisis del material registrado por las múltiples cámaras de seguridad públicas y privadas instaladas en la zona. Es factible también que rastreen la comunicación telefónica que recibió la mujer.

 

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