Dos hermanos presos por el tiroteo mortal en el barrio Santa Ana
Edición Impresa | 10 de Septiembre de 2020 | 02:57

En un sector de Melchor Romero ya empezaron a naturalizar el inconfundible ruido de los tiros que se cruzan como moneda de cambio entre bandas rivales, en el mismo territorio que se disputan a sangre y fuego. Lo peor de todo es que en un breve lapso de tiempo -cuatro meses- hubo varios incidentes similares en pocos metros, con el saldo de dos muertos y varios heridos de bala, aunque los nombres de los involucrados, y sus intereses en pugna, son distintos (ver aparte).
Lo que pasó antenoche, y que reflejó este diario en su edición de ayer, fue una verdadera locura: dos grupos que se enfrentaron a disparos con armas potentes, lo que terminó con un hombre muerto y otros dos baleados.
Un par más escaparon en el mismo auto en el que llegaron para ajustar cuentas. “Ahora son intensamente buscados”, dijeron fuentes de la policía que investigó el incidente, hizo allanamientos y detuvo, en el hospital, a los presuntos homicidas.
ARMADOS HASTA LOS DIENTES
Para mirar adecuadamente a esta suerte de escenario de guerra hay que tener en claro que se juega sobre la base de una disputa previa entre dos barrios, el Santa Ana y el Don Fabián, separados por un límite tan arbitrario como una calle.
La balacera infernal se desató alrededor de las 11 de la noche del martes en el primer sector, en una casa situada en 526 entre 154 y 155, frente a cuya puerta frenó de golpe un automóvil de color negro del que bajaron tres hombres.
No queda claro si golpearon la puerta o simplemente la tumbaron a golpes o a tiros. Tampoco contaron los testigos si hubo intercambio de palabras antes de que se escucharan los tiros. Lo que se sabe es que los recién llegados tenían armas que no dudaron en usar, así como quienes estaban dentro de la casa portaban las suyas y la decisión de responder al ataque.
El resultado estuvo a la altura del incidente. A la vuelta de la casa, en 155 entre 525 y 526, un hombre que horas después fue identificado como Nicolás Domínguez, cayó inerte con tres tiros en la cara.
Los otros dos huyeron en el coche en el que llegaron. ¿Alguno con heridas? Es probable, aunque no hay certezas.
Dentro de la casa donde empezó el enfrentamiento, en tanto, dos hermanos de apellido Domínguez que nada tienen que ver con el Domínguez que los atacó a balazos, gritaban de dolor por las lesiones que sufrieron.
El mayor, identificado por las fuentes como Javier Maximiliano, de 39 años, recibió machetazos en la mano, resultó con una fractura de muñeca y tiene al menos un disparo en la cabeza, mientras que el otro, de 37, y llamado Cristian Ariel, recibió impactos de proyectiles en el abdomen y la pelvis. En vehículos particulares los trasladaron hasta el hospital Alejandro Korn, de Melchor Romero, donde ingresaron directamente a quirófano.
Ayer a la tarde seguían internados aunque recuperándose, confirmaron fuentes oficiales, quienes dieron cuenta de que las heridas no serían -a esta altura- el mayor de los problemas de estos muchachos.
A partir de los testimonios que relevaron detectives de la DDI La Plata y con los rastros que levantaron peritos de Científica en las dos escenas, la casa de los Domínguez y el punto donde cayó el hombre que resultó muerto, se pudo reconstruir la secuencia posible de los hechos y detener a los dos hermanos por el homicidio de Nicolás Domínguez.
En la vivienda en la arrancó el enfrentamiento, que fue allanada poco después del hecho a pedido del fiscal Marcelo Martini, los pesquisas secuestraron prendas con manchas de sangre y vainas servidas de calibre 9 y .40 milímetros.
Vainas del mismo tipo aparecieron cerca del cuerpo del fallecido, lo que permite suponer que allí hubo un segundo intercambio de tiros. La hipótesis más fuerte es que los grupos se enfrentaron por una disputa narco, aunque para respaldar esa teoría resta conocer si los involucrados tienen antecedentes penales y por qué delitos.
Con respecto a los dos acompañantes del fallecido que huyeron en un auto, los investigadores analizan videos de cámaras de seguridad para localizar el auto.
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