Debe ser sancionado el brutal ataque contra un periodista radial del Chaco

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El brutal castigo recibido por el periodista chaqueño Luis Mancini, golpeado por dos hombres, uno de ellos funcionario municipal a quien acompañaba su hermano que es guardaespaldas y experto en artes marciales, que irrumpieron violentamente en pleno programa en vivo y lo atacaron para que dejara de hablar sobre un caso de corrupción, origina justificada indignación y obliga a las autoridades a profundizar la investigación y el total esclarecimiento del episodio.

A grandes rasgos corresponde una vez más señalar que las agresiones, amenazas, persecuciones, escraches y otros métodos violentos de ataques a periodistas por las informaciones y opiniones que emitan son actos absolutamente contrarios a elementales principios de convivencia civilizada, que tanto costó recuperar a nuestro país en 1983 cuando se restableció el sistema democrático con el concurso de todos los sectores políticos y sociales. De allí que, en la medida en que se vayan presentando, estos episodios deben ser prontamente esclarecidos y, en su caso, condenados los culpables.

El hecho aquí tratado quedó registrado por cámaras de seguridad y ahí se puede ver que los agresores, de contextura robusta, llegaron juntos a bordo de un auto e ingresaron a la radio FM Horizonte, de la localidad de Villa Río Bermejito, provincia del Chaco. Sin mediar palabras, uno de ellos tomó a Mancini del cuello, lo derribó y le dio trompadas y patadas, además de golpearlo con algún objeto contundente. Luego, los agresores huyeron en el mismo auto donde un tercer sujeto los esperaba.

El periodista, que había quedado tendido y sangrando en el suelo del estudio, fue trasladado en ambulancia al hospital de la localidad donde recibió atención médica. “Los médicos me dijeron que tengo traumatismo de cráneo, de tórax y tengo un enfisema pulmonar por los golpes. Por eso estuve en terapia intensiva hasta hace un rato. Además, tengo escoriaciones por todos lados”, contó.

Los agresores fueron identificados como el secretario de Obras Públicas de Villa Río Bermejito y su hermano “que es guardaespaldas y experto en artes marciales”, indicó Mancini. Por su parte, el intendente de esa localidad comunicó horas después que había desafectado del cargo al primero de los nombrados.

Asimismo, tras difundirse el incidente, la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas Repudiamos (ADEPA) repudió el ataque y pidió que los responsables sean sancionados. “Repudiamos el grave ataque a Luis Mancini, periodista y propietario de FM Horizonte, de Villa Río Bermejito (Chaco), mientras hacía su programa radial”, expresaron a través de un comunicado.

Desde luego que todas las agresiones y amenazas contra cualquier persona revisten una marcada gravedad, en el sentido de que traducen graves apartamientos a lo que fijan la Constitución y las leyes. Y frente a cada una de estas situaciones tan negativas, el Estado no sólo tiene la obligación de investigar sino además de garantizar la integridad y tranquilidad de las personas amenazadas.

En el caso de los ataques a periodistas, está claro que se concretan con el obvio propósito de sembrar temor y evitar que determinados actos de corrupción sean expuestos a la luz pública. Lo que se suele buscar, entonces, es coartar uno de los derechos esenciales de la población y de la vida republicana, que es el de tener información acabada la gestión de los gobernantes.

Este lamentable ataque merece el más enérgico repudio de toda la sociedad. El país vivió una profusa y lamentable experiencia en épocas anteriores y resulta, por consiguiente, primordial que desde todos los sectores se alcen voces para condenar el accionar de quienes buscan, por estas vías, atentar contra pautas básicas del Estado de derecho. Esto es, de un modelo de orden en el que cada persona está sujeta a la ley, no sólo los ciudadanos sino también los funcionarios, los legisladores y los jueces.

 

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