Marcelo Polino y su lado más íntimo: "Hice el duelo de mi mamá encerrado durante la cuarentena"

Marcelo Polino, reconocido periodista de espectáculos, no suele hablar demasiado de su vida privada. Pero en las últimas horas decidió contar un poco más de él en una entrevista y dio detalles de cómo está atravesando la cuarentena, la cuál le permitió hacer el duelo del fallecimiento de su madre.

"Vivo solo en una casa grande, tengo laburo, no me puedo quejar pero tengo amigos muy cercanos que la están pasando muy mal, que tienen hijos chicos y la casa dada vuelta, o lo que es peor con problemas económicos, que no pueden pagar la cuota del colegio o llegan con lo justo a fin de mes. Está muy difícil todo", comenzó indicando en diálogo con Clarín.

Ante la consulta de qué hizo durante estos meses, relató: "Para mí fue una cuarentena muy especial. Yo hice el duelo de mi mamá acá, encerrado, que se cumplió un año. Cuando murió mi vieja, yo al otro día estaba eligiendo qué moño usar para ir a laburar a la tele. En cambio este encierro me permitió conectarme con otras cosas, que en un ritmo normal no hubiera podido".

Y agregó al respecto: "Abrí cajas, me encontré con los boletines que había guardado mi mamá del colegio. Cosas muy íntimas y muy fuertes. Ahí es como que aparece otra versión mía... No sé si la verdadera, porque yo siempre soy o trato de ser verdadero. Pero sí un costado muy mío con el que estuve más en contacto estando encerrado".

Puntualmente sobre cómo vivió el día que se cumplió un año de la muerte de su madre, detalló: "Los días previos ya estaba contemplando que se venía el día. Es que se me pasó muy rápido el año de la muerte de mi mamá: yo seguí trabajando, nunca paré, y la cuarentena me hizo bajar. Así que fue una mezcla de sensaciones. por momentos te viene la emoción por otros la alegría. Yo me quedé muy en paz porque mi mamá tuvo un final muy complicado y yo estuve mucho con ella, la acompañé hasta último momento y no tuvimos nada para hacer".

Y amplió: "Mi vieja era una mina muy activa con una cabeza muy brillante hasta el último minuto, no me quedé con nada pendiente. No soy de llorar pero me conecto fácilmente con la emoción, no tengo miedo. Tengo 17 años de terapia en la cabeza, me conozco mucho".

Por otro lado, dijo: "Vivo solo con mis dos gatos, Perlita y Paquito. Hoy tengo una vida muy ordenada en relación al quilombo que tengo cuando vivo la vida "normal", que es salir temprano a la mañana y volver a la 1,30 del día siguiente, cuando termina el Bailando. Así que la cuarentena me sirvió también para reencontrarme con mi casa y ocuparme de ella porque yo era un turista en mi casa".

Por último, y ante la pregunta de cómo es su casa, detalló: "Vivo en un departamento grande, muy grande, en planta baja. Cuando tuve la idea de iniciar los trámites de adopción compré el departamento de al lado y los uní pensando en el futuro del niño, si tenía que venir una persona a mi casa para ayudarme a cuidarlo. Entonces quedé solo en la casa grande, con tres dormitorios, dependencias, dos baños. Tengo todo el pulmón de manzana, son 200 metros de parque. Vivo bien. Lo de la adopción no se dio, ya no renové las carpetas y es una etapa superada, ya está".

 

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