La familia, la militancia, el deporte, el trabajo y un amor en la ciudad

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Como un nacido y criado en Pedro Luro, Facundo hizo un recorrido por varios de los lugares comunes -y no tanto- en el epicentro de la zona de riego y producción de cebolla más grande de la Provincia: el club, la escuela, el trabajo en un galpón de empaque y la militancia social y política en la adolescencia.

Según cuentan allegados y familiares, su madre, sus hermanos y su abuelo “Tata” eran su mundo más cercano en la casa situada a metros de las vías del ferrocarril Roca en el barrio “Padre Bonacina” o de “atrás de las vías” como se le llama comúnmente en el pueblo, con una mirada lanzada desde el “centro”. Mientras Cristina pasó y pasa sus días como empleada en la estación de servicios Shell de la entrada sur del pueblo, el chico repartió sus años de Secundaria entre la escuela Media 1, que no llegó a completar, el “Club Villa Obrera” (revitalizado en los últimos años), la pasión por la música y una agrupación denominada “Semillero Cultural”. Este espacio, vinculado a La Cámpora es epicentro de inquietudes que exceden lo partidario y acercó a los adolescentes en los últimos años a temáticas vinculadas con los derechos humanos, el arte y las inquietudes vecinales. Entre esas, la creación de una canchita. El lugar, fue escenario de “hostigamiento” policial, según denunció la madre.

El Semillero funcionó durante un buen tiempo en la deshabitada estación del tren, a metros de su casa. Eso, hasta el cambio de gobierno local, en 2015.

El vínculo con Cristina tenía puntos de contacto con el fútbol, por el fanatismo por Boca y también los unió el vóley, que la mujer practicaba en un torneo mixto regional. Ahí casi todos se conocen. Tanto que en la cancha se cruzaban con el ex concejal y actual abogado de la querella Luciano Peretto. Luego, vinieron el trabajo (como albañil y embolsando cebolla), la estadía de 2 años en Bahía, la relación con Daiana que no convencía a su madre y tras la ruptura, a fines de 2019, la vuelta Luro. El cambio no funcionó. Con la pandemia, cerró la cervecería de un amigo donde “Kufa” trabajaba y la decisión de volver a Bahía por el amor. Entonces, empezó a escribirse la tragedia.

 

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