Boris Johnson amenaza con anular el acuerdo por el Brexit
Edición Impresa | 8 de Septiembre de 2020 | 02:05

LONDRES
Boris Johnson lanzó ayer una bomba sobre las estancadas negociaciones post Brexit con la Unión Europea (UE), al amenazar con dejarlas a mediados de octubre y reconocer que quiere cambiar disposiciones claves del firmado y ratificado Tratado de Retirada.
La tensión aumentó inmediatamente con Bruselas. El negociador jefe de la UE, Michel Barnier, advirtió que los compromisos firmados “deben respetarse” y la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, subrayó que Londres está “obligado” por “la ley internacional” a aplicar dicho tratado.
Reaccionando a una información del Financial Times, según la cual el Ejecutivo británico presentará mañana miércoles un proyecto de ley que “anularía” partes claves del acuerdo de divorcio, un portavoz de Johnson admitió que se están “tomando medidas limitadas y razonables para clarificar elementos específicos del protocolo de Irlanda del Norte”.
Durante mucho tiempo ese fue el principal escollo entre Londres y Bruselas, cómo evitar restablecer una frontera con la vecina República de Irlanda que podría amenazar el frágil acuerdo de paz del Viernes Santo, que en 1998 puso fin a 30 años de sangriento conflicto.
Cambiarlo todo ahora sería “una forma muy imprudente de actuar”, lanzó el ministro irlandés de Relaciones Exteriores, Simon Coveney, subrayando el peligro de desestabilizar una paz de tan solo 22 años.
Tras años de durísimas negociaciones con Bruselas y caóticos enfrentamientos en el Parlamento británico, el Reino Unido salió de la UE el 31 de enero cuando, gracias a la aplastante mayoría obtenida el diciembre anterior, Johnson logró la aprobación del acuerdo que establecía las condiciones del divorcio.
No obstante nada cambió en la práctica para los británicos, que se hallan hasta fin de este año en un período de transición destinado a negociar su futura relación comercial con los 27 miembros de la UE.
Pero esas conversaciones llevan meses estancadas. Los europeos quieren seguir pescando en aguas británicas y limitar las subvenciones públicas de Londres a empresas privadas para evitar una competencia desleal.
Johnson se niega a ambas cosas, denunciándolas como condiciones injustas que la UE no impone a ninguno de sus otros socios comerciales, y para dejarlo claro amenazó con dejar la mesa de negociación. (AFP)
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