Por estas horas, el futuro de Carlitos es una gran incógnita

El sufrimiento por la eliminación de la Copa Libertadores y la salud de su padre, lo estarían empujando al retiro

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La minutos de anoche en San Juan bien pudieron haber sido la despedida de Carlos Tevez, ya que sumado al problema de salud de su padre, al capitán lo golpeó la eliminación de Boca en la Libertadores, y por lo que se dejó trascender, en los próximos días tomará una resolución sobre su futuro deportivo. El Apache, quien el 5 de febrero cumplirá 37 años, tiene contrato con el club hasta el 30 de junio, aunque cuenta con la posibilidad de rescindir unilateralmente al final de la presente temporada.

Carlitos, que en el anterior ciclo de Alfaro como entrenador estuvo al borde de abandonar el fútbol por su casi nula participación, se convirtió en el abanderado del Boca 2020 con Russo al frente del equipo y Riquelme a cargo del área fútbol.

Pero la reciente eliminación del certamen continental, y la muy pobre imagen que mostró el equipo Xeneize, destrozaron la ilusión del ídolo que ni bien el árbitro anunció el final del partido en Brasil que clasificó finalista a Santos, comenzó a evaluar la posibilidad de abandonar el fútbol en un momento en el cual todo permite suponer que habrá borrón y cuenta nueva, con altas y bajas en el plantel.

Carlitos no fue titular anoche en contra Banfield por la Copa Diego Maradona debido al grave cuadro de salud que sufre su padre, lo cual le significa un fuerte bajón anímico. El ídolo, es cierto, viene sobrellevando esta situación desde hace meses e, incluso, llegó a confesar que lloraba en los entretiempos de los partidos pero que el equipo era su mejor cable a tierra y el apoyo de su familia y de la gente del club le daba fuerzas para salir adelante.

En la previa, el capitán recibió un permiso especial del entrenador, por lo que no recién viajó en la víspera. “Carlos Tevez viajará junto al secretario general del club, Ricardo Rosica, y Marcelo Delgado, integrante del Consejo de Fútbol”, se informó a través de un comunicado en las redes sociales.

Efectivamente, el Apache aterrizó en tierra cuyana en el mediodía de ayer, y de inmediato se hizo presente en la concentración. Pasadas las 12, ingresó al hotel donde concentró el plantel.

De este modo, la frustración por no haber podido ganar la Copa Libertadores y el dolor por el sufrimiento de su padre asoman como elementos suficiente para que Tevez cuelgue definitivamente los botines, lo cual quedó preparado al firmar su último contrato luego de una durísima negociación. El Apache tiene vínculo hasta junio de este año, renovable por seis meses más hasta diciembre. Pero a su vez, la documentación firmada dispone de una cláusula para rescindir ahora, en el cierre de la temporada.

Por otra parte, la relación que Tevez mantiene con Riquelme y quienes lo acompañan en el Consejo de Fútbol, lejos está de ser la ideal. Si bien las aguas se calmaron luego de los duros ataques sufridos desde Jorge Bermúdez y Raúl Cascini en la conflictiva negociación para acordar los términos del último contrato, desde entonces el vínculo entre las partes prácticamente no existe.

“La obsesión de ganar la Copa es algo que me mantiene con mucha hambre. Si la gano me retiro, después no me queda nada más por lo que luchar”, había manifestado Tevez en plena Libertadores. Tras la eliminación no se manifestó por ninguna vía, lo cual no representa una buena señal. La eliminación podría marcar igualmente el retiro, porque seguro que esperar una nueva revancha, en los términos actuales, podría ocupar un espacio de tiempo del cual Carlitos hoy no parece disponer.

 

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