Atendible reclamo por un enlace con la estación Tolosa

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El pedido formulado por integrantes de la delegación platense de Ferroclub Argentino para que los galpones de la institución cercanos a la estación Tolosa –en donde se reciben, reconstruyen y exhiben verdaderas joyas históricas del ferrocarril- vuelvan a tener una conexión con las vías generales y facilitar así la llegada de locomotoras, vagones y otras piezas, merece una pronta y favorable respuesta de las autoridades ferroviarias.

Ese enlace de los galpones con las vías habilitadas existió y llegaba hasta las instalaciones de 3 y 526, en donde funciona el Ferroclub desde 1995 y en donde ha servido, además, de ámbito utilizado para realizar distintos y ponderables encuentros culturales. Lo concreto es que el enorme galpón de estilo inglés, con paredes de ladrillo, piso de tierra y techo a dos aguas sostenido por rústicas vigas de hierro, es el ámbito en donde funciona el Museo.

Allí se exhiben locomotoras a vapor, grúas de madera, viejas calderas y otras piezas que integran el patrimonio histórico ferroviario conquistado por el esfuerzo de los miembros platenses de Ferroclub Argentino.

Una de las últimas atracciones incorporadas se relaciona al montaje del refugio original que existía en la primitiva estación de Tolosa, recreándose el andén y en ella una locomotora antigua que, además, fue la que participó del histórico rodaje en la Terminal platense de la película “Siete años en el Tibet” (1997), en cuya escena aparece el protagonista, Brad Pitt.

Lo cierto es que la actividad de los historiadores ferroviarios locales se había visto resentida también por la pandemia, paralizándose la actividad del museo. Pero este fin de semana pasado uno de los socios activos puso en funcionamiento la maquinaria que generó uno de los sonidos típicos de la actividad ferroviaria, llamando la atención del vecindario que, así, quedó avisado de que habían vuelto a vivir los viejos talleres de 3 y 526

Los miembros de Ferroclub reseñaron que a poco de iniciarse el funcionamiento de la entidad en Tolosa, la empresa de Ferrocarriles retiró el acceso a los talleres a la vía general. Existió entonces un compromiso de que se iba a concretar la reconexión, algo que no ocurrió hasta el momento. Es la Línea Roca la que debiera habilitar el enlace, de unas pocas cuadras de extensión .

Explicaron asimismo que está pendiente la posibilidad de traer una locomotora diesel de Bahía Blanca y un vagón histórico que se encuentra en Bavio. La conexión por vías favorecería la llegada de esas y otras reliquias. “De lo contrario representa mucho dinero traerlos porque hay que cargarlos en camiones y pagarlos como fletes especiales”, dijeron. .

Bien se conoce la Argentina se permitió el inexplicable e insólito lujo de canibalizar a los ferrocarriles, levantándose vías, clausurándose ramales, cerrando talleres, estaciones y otras instalaciones propias de un servicio que hoy resulta ser el más útil y esencial transporte de pasajeros y de cargas en el mundo.

Aquí se ha subrayado en reiteradas ocasiones la trascendencia que tiene este servicio, no sólo vigente, sino revalorizado en todos los países desarrollados del planeta que disponen de esquemas ferroviarios modernos y sumamente eficaces, no sólo para resolver en forma económica el transporte de pasajeros y de cargas, sino idóneos para neutralizar los graves problemas que plantea el tránsito automotor en las grandes ciudades.

El esfuerzo que realiza la gente de Ferroclub no se agota en la simple exhibición de piezas históricas. Está claro que el museo de Tolosa revaloriza la importancia del ferrocarril. Y rescatar culturalmente un pasado que fue de esplendor puede también servir para que nuestros ferrocarriles apunten a su plena recuperación. De modo que este pedido de la gente del museo ferroviario de Tolosa no debiera ser desoído por las autoridades.

 

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