Más versiones sobre la posible salida de Berni

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José Picón

jpicon@eldia.com

El fuerte viento que se ensañó ayer con el acto que encabezó el gobernador Axel Kicillof y la candidata oficialista Victoria Tolosa Paz en Ezeiza, no alcanzó a despejar los rumores que por estas horas circulan con insistencia en la política bonaerense. Y que tienen que ver con la posibilidad de que Sergio Berni deje en breve de ser el ministro de Seguridad de la Provincia.

Los tres crímenes resonantes que se registraron en las últimas horas en un Conurbano caliente que arroja índices delictivos en fuerte ascenso, no serían, paradójicamente, el detonante de la eventual salida del funcionario. Ese desenlace tendría motivos que mezclan cuestiones de gestión pero, fundamentalmente, pujas políticas que surcan el campamento del oficialismo.

Berni mantiene desde hace algún tiempo un fuerte enfrentamiento con Máximo Kirchner. Es una puja política que hizo eclosión allá por julio, en el cierre de listas de candidatos del Frente de Todos. El todavía funcionario quiso presentar su propia nómina de legisladores por la Segunda sección electoral, donde busca hacer pie. Pero La Cámpora terminó por bloquear esa intención.

Esa clima de tensión no se aplacó con la inclusión de la esposa de Berni, Agustina Propato, como aspirante a diputada nacional. La derrota electoral del oficialismo en las PASO terminó por consolidar la postura crítica del ministro en relación no sólo a los cierres políticos sino también a la marcha del gobierno nacional. Por estas horas es muy comentado el fuerte entredicho que mantuvo con Máximo Kirchner en el búnker porteño del Frente de Todos el domingo fatídico de las PASO -dicen que hubo un intento de agresión que el ministro desmiente-, como corolario de aquellas tensiones que el ministro ya no pudo contener.

Los reacomodamientos en el gabinete de Kicillof tras aquella derrota terminó por consolidar un escenario político adverso para Berni. La llegada de Martín Insaurralde a la jefatura de Gabinete provincial, justamente de la mano de Máximo Kirchner, cerraron un círculo difícil de digerir para el ministro.

Insaurralde, desde Lomas de Zamora, fue desde siempre un intendente muy crítico a la gestión de Berni y su decisión de quitarle margen de maniobra a los alcaldes en el manejo de la Policía en sus distritos. Ahora se dice que varios jefes comunales están pujando por quedarse con la cartera de Seguridad. Incluso, una danza de candidatos surca el firmamento oficial. Allí aparecen el intendente de Almirante Brown, Mariano Cascallares. Pero el nombre que más ruido hace es el de Gastón Granados, hijo del intendente de Ezeiza, Alejandro Granados, ex ministro del área en épocas de Daniel Scioli.

En la Gobernación dicen que Berni no se va, que va a permanecer en el cargo. Pero el ministro cada vez que puede marca diferencias con el gobierno nacional y el formato político del Frente de Todos que va camino a ser monopolizado por La Cámpora. Berni quiere ser presidente y empieza a sentir que no hay lugar para él en el oficialismo.

 

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