Hubo un corte de calle en San Carlos para reclamar justicia

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Los tiempos de tribunales muchas veces no van de la mano con el dolor de una familia, que sufre la pérdida de un ser querido. Más allá de los padecimientos que atravesaba Lautaro Centurelli y, sus problemas penales, su cruel asesinato movilizó a un sector del barrio San Carlos en reclamo de justicia.

Con un corte de calles en 32 y 143, salieron a exponer el dolor ante el salvajismo homicida.

Encabezados por la madre de la víctima, Ana Villalba, los manifestantes elevaron sus pancartas para que todo el mundo sepa lo que había ocurrido.

Allí, con fotos de los acusados y proclamas cargadas de indignación, prometieron no bajar los brazos hasta que los sospechosos pagaran por lo que habían hecho.

Dieron sus nombres y publicaron sus fotos en las redes sociales. Hasta ofrecieron recompensa por datos, lejos de cualquier canal oficial.

Mientras los investigadores mantenían hermetismo respecto de las identidades de los todavía prófugos, para evitar que se complicara su búsqueda, la familia tomó otro camino. Los escrachó por todos lados.

“Por suerte los atraparon”, se sinceró la mamá de Lautaro Centurelli.

“Estoy enferma, de algo grave, pero voy a seguir por mi hijo. Ya no lo tengo más, me lo arrebataron de la peor forma”, le dijo ayer a EL DIA.

“Se busca a estos asesinos torturadores”, decía uno de los mensajes posteados en Facebook, que acompañaba imagen de uno de los imputados.

“Justicia por tu muerte, te torturaron”, decía otra frase en tono descarnado.

“Asesinos torturadores. Queremos perpetua”, fue otra de las frases publicadas.

HOY, OTRA MOVILIZACIÓN

En tanto, hoy a las 9 de la mañana, los familiares y amigos de Lautaro Centurelli se juntarán en Plaza San Martín y, desde ahí, marcharán en silencio hasta las fiscalías platenses.

Se sabe que el fiscal Condomí Alcorta pediría la detención de los González y, si es confirmada por el juez de garantías en turno, tendría que recibirle declaración indagatoria a ambos.

“Perpetua. Nada de sorpresas. Los queremos presos de por vida. Hay pruebas en su contra, que alcanzan para que no salgan nunca más”, se expresó Silvia, la tía del joven asesinado.

Lautaro tenía otros siete hermanos, tres de ellos menores de edad.

“Estamos destrozados, muy apenados. No sé merecía morir así. Necesitaba ayuda y no la encontró. La madre siempre trató de ayudarlos”, finalizó.

Anoche, en 46 entre 138 y 139, apareció el auto de los acusados, donde se montó un fuerte operativo para recolectar más pruebas.

 

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