Berni contó que tuvieron que tirar abajo una pared para llegar al secuestrador

El secretario de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, contó detalles cinematográficos sobre cómo la policía pudo reducir y abatir al secuestrador de Caseros y entre otros conceptos, dijo que "estuvo parapetado en una posición prácticamente infranqueable. Ni siquiera se podía entrar por la puerta, hubo que romper la pared”.

El funcionario describió el momento del ingreso a la vivienda de Caseros, donde un hombre mantuvo por más de diez horas de rehén a un conocido.

Una vez adentro del inmueble, y con el agresor ya abatido, los efectivos se encontraron con la víctima asesinada. Berni dijo que el rehén tenía entre seis y ocho horas de muerto “por la rigidez cadavérica y la temperatura del cuerpo”. Desde esta mañana, los investigadores presumían que el hombre podría estar fallecido porque no había pruebas de vida.

“Aparentemente fue un hecho de violencia doméstica y el hombre, que estaba totalmente enajenado, quiso estrangular a la mujer, pero después le hizo él mismo RCP. Tras ello fue que entra [al lugar] una tercera persona que no está claro si fue el rehén o alguien que estaba también con él”, dijo el funcionario provincial.

Según la psicóloga de la Policía Bonaerense, se determinó que el agresor, Alejandro Maldonado, “estaba en un delirio paranoico totalmente descontrolado”, describió Berni y calificó al hombre como “un experto tirador”.

“Intentamos durante toda la madrugada hablar con él, pero cada vez que lo hacíamos respondía con tiros. Fue imposible. El fiscal dio la orden de entrar y el resultado fue la persona está abatida”, agregó. Uno de los motivos que propició el ingreso a la vivienda donde ocurría el secuestro fue cuando el atacante intentó prender fuego todo.
“Tengo tres policías heridos. Calculen cómo habrá sido la cadencia de fuego que con los escudos y todo uno de ellos recibió un disparo justo en la femoral. Está siendo intervenido”, contó Berni e indicó, pese a que en un momento corrió el rumor de que el agresor había querido huir en un momento, que Maldonado “nunca intentó escapar”.