Rubias de New York devaluadas

Edición Impresa

Por IRENE BIANCHI

irenebeatrizbianchi@hotmail.com / @IRENEBIANCHI

- ¡Te voy a matar, Ceci!

- ¿Por? ¿Qué te hice?

- Me hiciste ver ese bodrio.

- ¿Cuál de ellos?

- La entrevista de las dos morochas arrepentidas. Un plomazo.

- ¿La Su y Wanda? ¿Cómo? ¿Ya pasó? ¡Me la perdí!

- Nada te perdiste. Deslucida, previsible, guionada, tediosa, chiclosa.. Nada que ver con los bombos y platillos con los que la anunciaron.

- Carla tiene razón, Ceci. Yo también me clavé. Hasta pochoclo me preparé para verla. Esperaba datos escabrosos, lágrimas, detalles íntimos, gemidos, alaridos, maquillaje corrido, sollozos, gritos, insultos. Y resultó más aburrida que chupar un clavo oxidado.

- Lo único que rescato es la vista de la Torre Eiffel. O sea, el decorado.

- ¿Estaban lindas, por lo menos?

- La Su tenía el pelo pajoso, como escoba vieja. Y todo el tiempo se disculpaba por preguntar sobre los cuernos, cando ése era el único y exclusivo motivo de la entrevista, por la que la Nara cobró la friolera de 50.000 Washingtons.

- No da puntada sin hilo Wandita. Y lo perdonó a Maurito para no perderse la gallina de los huevos de oro.

- No sé, Inesita, porque ya desplumó a esa gallina antes del amague del divorcio.

- ¿Y el sujeto apareció?

- ¡Sí! Hecho un pollito mojado, un perrito faldero, un chichipío, un badulaque entregando la escupidera. Patético. Cero dignidad el chabón. Hasta me dio penita el tramposo.

- Ojo que ahora se viene la otra versión del encuentro furtivo en París. La China le dio una nota a Fantino, que sale mañana

- ¿Y será tan sosa, insípida e inodora como ésta, o bien picante?

- Ella es escondedora. ¿Se acuerdan cómo negó la revolcada con el chileno en el motor home, con palta y mantita de Nepal? A los cinco minutos se casaron. Dos hijos tuvieron.

- Ojalá Fantino pregunte mejor que la Giménez, bien al hueso, sin falso pudor.

- ¿Habrá cobrado lo mismo la China?

- Y … no se va a bajar el precio. Ponéle la firma.

- La Su se despidió diciendo: “Hasta acá llegamos con la nota del año”, mientras curioseaba los regalos de la anfitriona de su nueva línea de maquillaje “Love”.

- La estafa del año, debió decir. Gato por liebre nos vendieron. Una truchada.

- Ustedes dirán que soy desconfiada, pero para mí que estos tres se juntaron a pergeñar esta patraña, esta puesta en escena para la gilada, y facturar de lo lindo.

- Igual que los políticos, que simulan peleas y enfrentamientos, se confabulan a nuestras espaldas, y terminan empomándonos a todos.

- ¡Esa boquita, Carlita! ¡Y eso que fuiste a escuela de monjas vos!

- No las quiero amargar, pero ¿se dan cuenta que en menos de un mes ya es Navidad?

- Este año se voló, literalmente. El 2020 fue eterno, en cambio. ¡Qué relativo es el tiempo, que lo parió!

- El peceto está casi a una luca el kilo, así que olvídense del tradicional vitel tone este año.

- ¿Y el pan dulce? ¿Y los turrones? ¿Y los frutos secos?

- Lujo asiático. ¡Basta de menú navideño invernal europeo! Hagamos uno veraniego, bien argento, light y baratito. Emancipémonos del Primer Mundo.

- Ya lo estamos, Ceci. Nos caímos del mapa hace rato. Cada día más lejos …

- ¿Se acuerdan que antes la Sidra era mersa? Bueno, ahora es “cool” y más barata que el champagne. En algo salimos ganando. ¿Por qué brindamos hoy?

- Por las rubias oxigenadas, botoxeadas y cornudas, que se siguen enriqueciendo a costa de nuestra estupidez. ¡Chin, chin!

 

 

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