“Yo denuncio...”: un aviso ingenioso y una viñeta de los años 50 en la Ciudad
Edición Impresa | 21 de Diciembre de 2021 | 01:26

Hace ya casi 63 años, el 30 de diciembre de 1958, un aviso publicitario sorprendía a los miles de lectores de EL DÍA. Y ahora, al recordarlo, sorprende todavía mucho más al permitir una pequeña descripción acerca de la Ciudad de aquel entonces, y de la “modernidad” que ya insinuaba.
En aquella edición, en la página 12 del diario, un ingenioso texto que simulaba ser una noticia bajo el título “Denuncio a mi mujer”, escondía la promoción de un servicio de “delivery”, por entonces desconocido, que ofrecía el envío de comidas a domicilio.
En un alarde de creatividad, los autores del texto lograron llamar la atención al formular la curiosa afirmación, y tras el título de “Denuncio a mi mujer”, una persona identificada como “Máximo Aguante” señalaba que “después de catorce años de matrimonio, formulo hoy ante la opinión pública una formal denuncia contra mi propia mujer: hace catorce años que como mal. Cada mes que pasa, debo aumentarle la cuota para carne, verdura, almacén y demás cosas. Estoy harto de sopas desabridas, de papas crudas, de huevos fritos y bifes de suela”.
Tras llamar así la atención, el firmante Máximo Aguante agregaba que “mi mujer no sabe hacer otra cosa ni con los libros de recetas que le regaló su mamá. Y todavía se permite andar de mal humor porque tiene que cocinar, hacer compras y lavar la cocina. Y lo más indignante es que no se preocupa por encontrar solución a este estado que nos lleva de cabeza al divorcio”.
Tras la acabada descripción de su relación marital, el citado Aguante anunciaba y aseguraba a través de aquella publicación en forma de solicitada pública haber encontrado la solución a sus agobiantes problemas.
La misma consistía en “pedir el servicio de “Organización Sibarita”, a la que calificaba de “una maravilla”, ya que “todos los días, inclusive feriados, remite exclusivamente almuerzos familiares a domicilio, a la hora que uno desee”.
Ya entusiasmado con los manjares que recibía, el citado Aguante daba detalles de cómo funcionaba aquel “delivery” de la década del 50.
“Tiene doce vehículos propios – afirmaba - que aseguran puntualidad absoluta. Envía tres platos inmejorables, servidos en fuentes térmicas ‘Pyrex’ dentro de estuches personales. El menú, que consta de 90 platos diferentes, se entrega impreso para todo el mes a cada abonado y los abonos por 30 días resultan asombrosamente económicos”.
Aguante luego informaba sobre los valores de aquel momento del servicio, y recomendaba “haga como yo, saque cuentas, coma bien y viva feliz”.
Aquel disfrazado aviso publicitario tuvo un enorme éxito promocionando a un emprendimiento comercial que por aquel entonces se ubicaba sobre la calle 66 entre 4 y 5 de nuestra ciudad, y que hoy, además de provocar nostalgias en quienes recuerdan aquellos tiempos, permite entrever como vivían los platenses en ese entonces, por ejemplo en lo económico si se presta atención a los valores que promocionaba el aviso y a la inflación transcurrida, ya que una comida completa para una persona se cobraba a 24 pesos, con promociones que se ofrecían a 45 pesos para dos; 66 para tres; y 86 pesos para cuatro.
Otro dato es el de las comunicaciones y sus cambios con el paso de los años. Por supuesto que en los 50 no existían ni celulares, ni WattsApp ni redes sociales, y el de los teléfonos fijos tampoco era un servicio con el que contara toda la población. Aquel aviso citaba el número telefónico 3-0500, cuando las características telefónicas platenses eran de un solo dígito, 2 y 3 para la zona céntrica; 4 y 5 para las más alejadas; 6 para Berisso y 7 para Ensenada.
“Denuncio a mi mujer”, en definitiva, no era más que un ingenioso aviso publicitario, quizás el primero de la Ciudad sobre lo que hoy todos conocen como un “delivery” de comidas. Para los más jóvenes, nada nuevo bajo el sol.
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