“Un año con poca protesta política y poco virus, pero muchos personajes”
Edición Impresa | 26 de Diciembre de 2021 | 05:35

“Si se nota una diferencia entre la temática propuesta por los muñecos este año en relación con años anteriores, esa es la poca presencia de la protesta política y la ausencia de alusiones al coronavirus. Casi todos los muñecos este año representan personajes”, dice Rosana Menna, antropóloga del Museo de La Plata y quien desde hace más de 20 años estudia a los muñecos platenses en el marco de un proyecto de investigación sobre Fenómenos Identitarios Urbanos.
La antropóloga platense destaca, a su vez, que este año vuelve a notarse una tendencia que apareció alrededor del 2008, según la cual muchos muñecos se arman en galpones y sólo se hacen visibles en los últimos días antes de la quema.
Otro rasgo del fenómeno que se repite es la coexistencia de dos tipos de muñecos: el armado en el barrio por un grupo de vecinos centrados en compartir y otro tipo de emprendimiento, que persigue la espectacularidad, cuya quema está asociada a mayores concurrencias.
“El ritual de los muñecos nace a partir de la imposibilidad que tenemos los humanos de retener el tiempo. En cierto sentido, guarda similitudes con la celebración del carnaval, hay un orden que se subvierte para que ese mismo orden salga reforzado”, dice Menna.
En cuanto al origen y las raíces de este ritual, que adquirió en La Plata características singulares y que atrajo la atención de intelectuales de diferentes países que en los últimos años lo observaron y estudiaron, Menna dice que es anterior al que marca la tradición (esto es: el célebre jugador de Cambaceres armado en 10 y 40 a principios de la década del ´50 del siglo pasado).
Así, la antropóloga platense sostiene que se pudieron identificar distintos antecedentes de la quema de muñecos en la Región que se remontan a mucho tiempo antes que aquel famoso momo. Más precisamente, hasta la década del ´30.
“En esa época en la zona de Altos de San Lorenzo o en las cercanías de la actual cárcel de mujeres de Los Hornos, las familias limpiaban la casa para recibir visitas por las fiestas y tiraban los desechos en las esquinas. Con esos trastos, los chicos hicieron los primeros momos”.
Y agrega que “si bien a los muñecos se los ha asociado con las Fallas Valencianas, existen antecedentes en la zona del actual Instituto Biológico de muñecos hechos con estructuras de cañas por un inmigrante italiano, similares a los que se hacían en la isla de Cerdeña”.
“El ritual nace a partir de la imposibilidad de los humanos de retener el tiempo”
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