Mientras dormía, en silencio le saquearon el departamento

La víctima nunca escuchó a los ladrones que se metieron por una ventana y le robaron una moto, una bicicleta, dinero y una computadora

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Germán (30) todavía no entiende cómo los ladrones que lo atracaron en su departamento de 30 entre 58 y 59 mientras él dormía no lo despertaron con los ruidos. En principio por todo lo que le robaron. Además, porque revisaron todas las habitaciones (menos la que tenía al propietario descansando) y fugaron por la puerta de entrada. Los vecinos de las unidades restantes y de las otras dos torres del complejo tampoco advirtieron nada extraño. “Lo raro es que ésta es una zona muy tranquila. Aunque me llamó la atención que ese día (por el miércoles) anduvieron cortando el pasto toda la tarde, durante mucho tiempo. Como cinco o seis horas”, reflexionó.

SAQUEO POR LA MADRUGADA

El jueves a las 5.45 Germán se despertó “de golpe, como aturdido”. Algo andaba mal, pero como todavía se hallaba soñoliento no detectó enseguida el problema. “Salí de mi cuarto hacia la cocina, miré para la ventana y noté que estaba abierta de par en par”, contó. Cuando giró en dirección a la puerta, ésta se encontraba de la misma forma.

Entonces, todavía “grogui”, se acercó a cerrarla y algo en el piso lo despabiló del todo. “Eran las llaves de casa, tiradas en el hall de entrada”, explicó. Sin embargo, “no entendía mucho por qué las rejas que dan al exterior estaban cerradas, y en ese momento no me percaté de que no estaba la moto”. Tardó unos segundos en percibir ese faltante.

Recién ahí se dio cuenta de que había sido víctima de un robo. Germán empezó a recorrer el inmueble y descubrió entre las cosas que le llevaron los ladrones -además de su moto-, una mochila con plata (unos 15 mil pesos en efectivo) y documentación, una notebook, dos camperas, zapatillas y una bicicleta Raleigh Mojave 2.0.

Por la mañana, la víctima salió a recorrer el barrio y “afuera encontré tirada una cuchilla mía, que habrían sacado por si me despertaba”, comentó.

Cuando fue a hacer la denuncia en la comisaría quinta le mostraron una moto secuestrada en la vía pública: “Era la mía, no lo podía creer”, cerró.

 

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