Cómo es la Sinopharm, la vacuna que viene en camino desde China y se aplicará a maestros

Con la partida de un vuelo de Aerolíneas Argentinas con destino a Beijing, el Gobierno nacional puso en marcha ayer al mediodía el operativo para incorporar un millón más de dosis, en este caso de la vacuna china de Sinopharm, a su campaña de vacunación contra el Covid.

El nuevo lote, que se espera que arribe mañana a la noche al aeropuerto de Ezeiza, viene a sumarse al 1.220.000 dosis de la vacuna Sputnik y las 580 mil de AstraZeneka traídas hasta el momento al país.

En vista de este nuevo arriba, el domingo pasado el Ministerio de Salud de la Nación oficializó la autorización “con carácter de emergencia” de la vacuna Sinopharm a través de la Resolución 688/2021, publicada el lunes en el Boletín Oficial con la firma de la ministra de Salud, Carla Vizzotti, de conformidad con las recomendaciones de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).

Desarrollada por el Instituto de Productos Biológicos del la República Popular China y la firma Sinopharm, esta vacuna demostró meses atrás una efectividad del 86% contra el Covid, con una tasa del 99% de seroconversión de anticuerpos neutralizantes y el 100% de efectividad en la prevención de casos moderados y severos de la enfermedad.

A diferencia de las otras dos vacunas ya disponibles en Argentina (la Sputnik y la de AstraZeneca, cuyos vectores virales son adenovirus), la de Sinopharm está hecha en base a antígenos inactivados del coronavirus, un tipo de plataforma tradicional que, según destacan algunos inmunólogos, no sólo es más apta, en términos de “seguridad”, para todo tipo de pacientes, incluyendo inmunosuprimidos y embarazadas, sino que a largo plazo podría resultar menos susceptible a las mutaciones que naturalmente realiza el virus.

La de Sinopharm “utiliza un virus que está previamente inactivado de modo que no provoca la enfermedad pero sí genera una respuesta inmune. Los resultados interinos de Fase 3 muestran una eficacia superior al 80%. De todas maneras son datos que se siguen analizando. Pero son muy buenos resultados”, explicaron desde la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE).

Si bien la vacuna china presenta una efectividad levemente menor a la Sputnik, que evidenció ser efectiva en un 91,4% (y acaso también a la de AstraZeneca, cuyas últimas pruebas la ubican en un 90%) ofrece la ventaja de ser fácil de manejar. Y es que para su distribución no se requieren cuidados excesivos ya que se conserva a una temperatura de entre 2 y 8 grados. Y al igual que las otras dos, requiere de la aplicación de dos dosis con un intervalo, que en su caso es de 21 días.