“Por favor, pague con cambio”: dar el vuelto es un dolor de cabeza por la falta de monedas
Edición Impresa | 12 de Marzo de 2021 | 01:59

Frente a un monedero recargado, sobre todo en los comercios de barrio donde se realizan las compras de todos los días, empleados y propietarios de almacenes, kioscos y mini mercados por poco suplican a la clienta que lo vacíe y pague “lo máximo posible” con cambio. Una situación que no por reiterada en los últimos años deja de complicar el trabajo en los comercios.
Para las operaciones chicas faltan las monedas. Con las de $5 más escasas que otras denominaciones, las quejas de los comerciantes apuntan a la generalización: “no hay de 1, 2, 5 ni 10 pesos”, asegura la mayoría.
Se trata de una dificultad en el mercado que no es nueva, como se dijo, pero que se agravó hace unos años con la implementación de la tarjeta SUBE y la prescindencia de monedas para el transporte público, pues era habitual en los negocios que necesitaban ese cambio acercarse a las terminales de micros y canjear ahí billetes por metal.
También los bancos, en otras épocas, funcionaban como fuente de dinero “chico” y era una escena habitual la de los comerciantes en la ventanilla en busca de monedas. Pero en estos meses en que la pandemia obliga a los clientes de las entidades bancarias a pedir un turno para todo trámite presencial también se perdió esa posibilidad de conseguir monedas.
Otro recurso que se utilizó oportunamente pero que ahora cayó en desuso era el de los comerciantes que “compraban” monedas a sus clientes, pues por una determinada cantidad de unidades les ofrecían en billetes una suma superior.
“Siempre hubo falta de monedas; y ahora, aunque faltan, por ahí más las de 5 pesos que otras, también es cierto que vienen los estudiantes que juntaron muchas y pagan con eso”
Alberto Velázquez
Librería de 11 y 59
En rigor, por los costos elevados en casi todos los rubros, no quedan muchos productos cuyo valor requiera de un “vuelto” con monedas. Sin embargo, en los casos de mercaderías de bajo precio, que se comercializa, por caso, en los polirrubros o en los pequeños locales de comidas rápidas que se pusieron de moda o incluso en los súper barriales o los almacenes al sumar toda la cuenta de la compra queda un resto que implica el intercambio de monedas.
Sobre todo es en los barrios donde manifiestan los comerciantes la necesidad de acopiar monedas, un requerimiento que no se advierte tanto en las cadenas de supermercados o en los locales céntricos.
“Siempre hubo falta de monedas; y ahora, aunque faltan, por ahí más las de 5 pesos que otras, también es cierto que vienen los estudiantes que juntaron muchas y pagan con eso. Lo que pasa también que ya nadie acepta las monedas de 25 y de 50 centavos; prefieren cobrar un poco menos pero no recibir esas monedas”, comentó Alberto Velázquez, propietario de una librería y papelería de la calle 11 y 59.
Así como hace un tiempo se estilaba ofrecer caramelos como vuelto de un billete, ahora, según el rubro, el comerciante propone “redondear” una cuenta con algo de mercadería. “Ofrecemos una cebolla más, otra zanahoria, lo que sea para tratar de evitar las monedas”, dijo un verdulero con local en el Centro.
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