Caballos, herramientas, dinero y alhajas, el botín de nuevos atracos

Entre el lunes y el martes hubo varios robos en City Bell, Villa Elisa y Hernández. A una joven de 19 años le arrebataron sus dos mascotas. En 28 y 454 un matrimonio fue víctima de una entradera. Y hubo escruches

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Se llaman Juana y Perico. La primera es una yegua y tiene nueve años. El bayo, en tanto, tiene cinco y a Catalina (19) se lo regalaron cuando cumplió 15 años porque “no quería fiesta”. La joven, en diálogo con EL DIA, comentó que “como se ve en las fotos, si hay algo que no les falta es amor. Son como mis hijos, duermen en camas de viruta seca, cada uno con su manta para que no pasen frío, bajo techo, están desparasitados, lo único que me faltaba era herrarlos, pero porque no tenía la plata”. Ambos caballos fueron robados en la madrugada del martes de una quinta de Hernández, junto a una importante cantidad de herramientas y otros elementos.

El atraco a la familia se constituye en una realidad que afecta a toda la Zona Norte, y con una diferencia de pocas horas entre tres distintos robos ocurridos en City Bell y Villa Elisa. Por la imparable inseguridad que se vive en ese sector de La Plata, esta tarde los vecinos volverán a marchar como lo vienen haciendo desde hace un mes. (ver aparte)

ESCRUCHES, ENTRADERA Y TRISTEZA

“Los dos me enseñaron un millón de cosas y crecieron conmigo. Soy súper fan de los caballos desde chiquita, pero les tenía miedo y ellos me ayudaron a no temerles más”, contó Catalina. El hecho sucedió en la madrugada del martes, cerca de las 3.30, en una quinta situada en 511 y 136 donde el padre de la joven trabaja. Los delincuentes entraron por una propiedad lindera y primero saquearon el galpón. El botín consistió en una pistola de calor, una bicicleta, sillas de los caballos, una motosierra, herramientas varias, alicates (que fueron los que usaron para cortar el alambrado y así poder sacar a los equinos), dos bombas sumergibles, entre otras cosas. Los lugareños les dijeron que vieron un Peugeot 404 celeste estacionado sobre 511 y a un chico “teñido” de rubio. Catalina expresó que “pudimos recuperar un par de imágenes de cámaras que muestran que se fueron para el lado de El Mercadito”. Y señaló: “Respecto a lo material se llevaron cualquier cantidad de plata, pero es lo de menos, queremos recuperar a los animales rápido porque tenemos miedo de que terminen en un frigorífico”.

Por último, refirió que esa parte de Hernández “está bastante urbanizada ahora, y han robado cualquier cantidad en el barrio”.

El mismo día, pero a las 16.15 horas, un matrimonio fue sorprendido por tres sujetos que “aparecieron” en el porche de la casa emplazada en 28 entre 453 y 454. El dueño relató que “estábamos acostados, ladró la perra y cuando me levanté vi a los tipos metidos” en la parte delantera del inmueble. Primero se quedó “paralizado”, hasta que uno de los ladrones (que tenían unos 25 años) lo miró “y amagó a sacar un arma”.

La víctima les abrió una ventana corrediza y la banda ingresó al interior de la finca. Los retuvieron sin violencia y recorrieron todas las habitaciones. “Nos llevaron alhajas, una suma reducida de dinero en efectivo y los celulares”, detalló. Asimismo, reveló que apenas se fueron los malvivientes radicaron la denuncia en la comisaría Décima.

A varias cuadras de allí, en 419 y Centenario, la alarma de un local de la heladería “Thionis” se disparó a las 2.45 de la madrugada de ayer. Delincuentes habían forzado la cerradura de la puerta principal y sustrajeron lo primero que encontraron. “No fue mucho, apenas lo que dejamos de cambio, unos 1000 pesos, y un teléfono celular que usamos para recibir los pedidos que entran por WhatsApp”, explicó uno de los encargados. Y añadió que “de esta forma es la primera vez que nos roban, sí ha pasado de asaltarnos cuando estamos atendiendo. Lo raro es que hay muchas cámaras en la zona, por todos lados, e igual se animaron”.

Por último, una familia que se mudó hace un mes a Cantilo entre 29 y 30, recibió el lunes por la madrugada la visita de rateros que escaparon con un horno eléctrico, una parrilla eléctrica, la cortadora de pasto y “herramientas carísimas de mi marido y de mi papá”, sostuvo la damnificada.

La mujer afirmó estar “con mucha bronca e impotencia porque que entren en tu casa es algo muy feo, uno siente violada su intimidad”. Por fortuna, continuó, “mis hijas dormían y no escucharon nada”. Tras el hecho decidieron instalar alarmas “para poder volver a dormir tranquilos. Es muy fea la situación que se vive”.

 

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