La falta de cocheras frente a una demanda cada vez más amplia

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Un artículo publicado ayer en este diario dejó a la vista uno de los desafíos urbanísticos más perentorios que debiera resolver La Plata, consistente en que pese a que la demanda de lugares de estacionamiento de automotores ha crecido en forma explosiva, la oferta de esos espacios es cada vez más escasa.

Debe reiterarse que hace ya muchos años que La Plata registra un crecimiento urbanístico carente de racionalidad, algo que en la práctica se traduce en múltiples trastornos y derivaciones negativas para la calidad de vida de la población, además de sumar gravosas implicancias económicas y jurídicas que ejercen su influjo negativo sobre las distintas áreas, tanto periféricas como del casco histórico.

Las miles de personas que se trasladan desde localidades vecinas hacia las fuentes laborales ubicadas en la Ciudad no sólo viven en zonas cada día más alejadas, con servicios públicos cada vez más onerosos, sino que sufren crecientes pérdidas de tiempo en esos viajes. Se ha favorecido una expansión horizontal de la Ciudad, con el tipo de viviendas únicas, extendiéndose así en forma inconveniente muchos asentamientos poblacionales que, a medida que se alejan del casco urbano, carecen de servicios esenciales y multiplican los costos y los trastornos para el traslado cotidiano de los habitantes.

En este sentido, la Ciudad ha demostrado escasa flexibilidad para ir adecuando sus reglamentaciones a las sucesivas y diversas necesidades que el crecimiento demográfico le reclama. Su Código de Ordenamiento Urbano exhibe rigidez, se muestra antiguo frente al cambio de las demandas y en la práctica ello se ha reflejado en un crecimiento horizontal de la Ciudad, en lugar de haberse atendido a promover el crecimiento vertical del microcentro, con reglamentaciones de uso de los espacios acordes a esa evolución.

Por otra parte, artificialmente de esa manera se promueve el aumento del precio de los terrenos lo que encarece el costo de las viviendas.

El informe publicado en este diario tocó el tema de las cocheras. La queja unánime y creciente es que no hay espacios suficientes para estacionar. En la Municipalidad admiten la paradoja existente, entre una alta demanda y una oferta cada vez más escasa de lugares, Una mirada previsora hacia el futuro, cuando la pandemia ceda y las calles tomen más ritmo del que tienen en la actualidad, expone la marcada necesidad de contar con más lugares en el menor tiempo posible. Sin embargo, los costos, la falta de rentabilidad y las reglamentaciones no actualizadas forman un combo poco atractivo para alentar inversiones en el rubro.

Luego de analizarse los distintos costos en la construcción de cocheras, fue unánime la conclusión de empresarios en el sentido de que deberían promoverse estímulos para la construcción de esos espacios. “En el caso de los edificios particulares, uno de los incentivos puede ser que por cada piso de subsuelo se permita otro en altura”, indicó uno de los desarrolladores urbanos.

 

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