Juega cuando puede...

...Y cuando no puede, labura

Tenía que ganar y ganó. Ese es el principal mérito del equipo de Martini y Messera, que ha jugado mejores partidos en el torneo pero sin el dulce sabor de la victoria. Eran, la mayoría, rivales de otra entidad. Hoy, contra uno que pelea abajo -aunque tiene jugadores de experiencia y algún proyecto interesante- lo ganó en los detalles, porque facturó en los momentos justos y porque supo basar el partido, a falta de juego, en la estructura defensiva.

Ahí también está el mérito de un cuerpo técnico que ha logrado convencer a sus jugadores de intentar jugar, pero sin inocencia. No es toqueteo intrascendente de la pelota: Gimnasia la quiere para atacar y lastimar. Y cuando no se puede jugar, hay que embarrarse -como hoy-, correr, dar una mano en defensa y -como hoy- bancar con la defensa: la continuidad le está posibilitando a Germán Guiffrey una gran evolución; leonardo Morales jugó un partido casi impecable, Matías Melluso fue un relojito y Weigandt le agregó atención defensiva a su desorden hiperproductivo en ataque, con gol incluido. Y con Rey atrás, que dejó dudas en una bola pero salvó un par y demuestra que es un buen arquero bienm apuntado para reemplazar a Broun aunque esté en las antípodas en cuanto a perfil y estilo. A ese bloque hay que sumarle a mancilla, el encargado de equilibrar al equipo, tarea difícil por momentos

Del medio para adelante, ni Ayala ni Alemán jugaron un gran partido, aunque son la jerarquía del equipo. Matías Miranda tiene un toque distinto, está en proceso de adaptación y juega bien, por encima de todo. Y a esta versión de Lucas Barrios que está a la altura (aunque seguramente no sea el salto de calidad para pelear arriba) hay que sumarle al colombiano Carbonero, que es cosa seria. Picante, encarador, con fallas a la hora de elegir, está en pleno crecimiento. Jugador como para comprar y que Gimnasia no vea el negocio de otros con la ñata contra el vidrio.

El martes, Copa Argentina con la obligación de ganar. Y una seguidilla de partidos -Huracán, Lanús, Patronato- como para que el equipo meta a otros en el lío del promedio y empiece a mirar objetivos más altos para el segundo semestre y 2022. Aunque para ello, habrá que invertir (¿Ayala?, un 2, un 9) y esa sea otra historia.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE