Vanesa González: “Hacer películas de terror se parece mucho a la niñez”

La actriz protagoniza “Realidad virtual”, la nueva cinta de Hernán Findling que, con guiños a clásicos del género, propone una historia en la que se confunden las diferentes capas de la realidad

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Por MARÍA VIRGINIA BRUNO

vbruno@eldia.com

Para Vanesa González, protagonista de “Realidad virtual” -tercera película de Hernán Findling que se puede ver en el Select y en la plataforma Cine.Ar gratis hasta el jueves-, “hacer películas de terror se parece mucho a la niñez porque realmente jugás sin ninguna necesidad ni pretensión de que sea algo solemne, serio” y, en ese sentido, “tiene algo muy lúdico”, según advierte en diálogo con EL DIA.

Reconocida figura de la pantalla chica argentina, pero consolidada también en la escena teatral, la joven actriz encabeza el elenco de esta producción inspirada en el cine de género que marcó las décadas del 70 y 80 y que parte de una premisa concreta: ¿Qué pasaría si alguien te llama por teléfono y te dice que en realidad estás dentro de una película? ¿lo creerías?

En esta trama donde se confunden las diferentes capas de realidad, González le da vida a Guadalupe, una actriz que acaba de terminar de filmar una película de terror dirigida por Matías (Guillermo Berthold), un arrogante director que busca junto a su productor (César Bordón) el éxito a toda costa. Cuando el realizador convoca al equipo a ver el primer corte del filme en su casa, suceden cosas extrañas, aparecen imágenes que no habían sido filmadas y uno a uno comienza a morir.

Feliz por haber podido estrenar en salas de cine, tras casi un año de incertidumbre en el que por momentos se desesperanzaron con esta posibilidad, la intérprete admite que cuando el director le acercó el guión hubo dos elementos que le llamaron la atención y fueron claves para decidir sumarse al proyecto.

Por un lado, la “pasión” que Findling -reconocido productor de películas de terror- tiene por el cine de género, lo que lo llevó a incorporar en su relato guiños a clásicos como “El Resplandor”, “El exorcista”, “Halloween” y “Pesadilla en la calle Elm” le resultó interesante.

Por el otro, y de la mano del anterior, el hecho de que el director tuviera “la película en su cabeza” hizo que el rodaje fuera más orgánico, despejando con claridad cualquier incertidumbre que se fuera generando sobre la forma de abordar tal o cual escena.

Consumidora del cine de terror, un género que la “atrapa” y “atrae” por la combinación de elementos que permite incorporar, González destaca de esta producción “el lenguaje a toda velocidad” del que echó mano el director, “algo a lo que quizás no estamos tan acostumbrados a ver en el cine argentino”.

Esa intensidad, que se siente fuerte e inquieta al espectador, fue un desafío interpretativo para la actriz, en tanto la dinámica propia de la trama, que se mueve en una difusa línea entre la realidad y la ficción, requirió de un vertiginoso rodaje en dos planos.

“Sobre todo en lo que es la segunda mitad de la película, que es cuando se vincula la película dentro de la película, necesitábamos la continuidad de cómo iban quedando las cosas en la casa, que era la única locación que estábamos usando. Entonces, cuando cortábamos en una escena, teníamos que retomar la siguiente con la energía muy arriba, con el susto, con la tensión. Todos los personajes empezábamos a quedar un poco averiados entre cortes y golpes”, recuerda.

La actriz asegura que si bien fue un rodaje intenso también fue divertido. “Lo que tiene el terror es que es un género que te aleja bastante de la realidad y entonces entrás en un juego enseguida. Por momentos termina siendo muy gracioso vernos cómo estamos destruidos y viendo lo que acabamos de hacer: es tan opuesto a lo cotidiano que, de repente, ver a una cabeza volando por el aire es realmente divertido”, sostiene la actriz que disfruta de “jugar” en este tipo de proyectos.

HISTORIAS SIN FIN

“Nada está prescrito” dice su personaje, Guadalupe, en una escena del filme; una frase que resume un poco el mensaje que sobrevuela en la película en donde vemos personajes que pueden modificar su propia historia y, con ella, la de los demás.

“El terror te aleja bastante de la realidad y entonces entrás en un juego enseguida”

 

“Yo creo bastante en eso, que uno es responsable de sus propias decisiones y es imposible que eso no le afecte al otro, que no modifique a las personas que están cerca”, afirma la intérprete y confiesa que no se entrega al destino. “No soy de los que creen que por más que yo sienta y piense de determinada manera mi vida está escrita. No lo creo así”, reconoce.

“Hipersomnia” (2017), de Gabriel Greco, había sido su primera incursión en el cine de terror, un género en el que le interesaría poder seguir incursionando tras la gran experiencia que resultó ser “Realidad virtual” que, en su elenco, incluye además a Federico Bal, Santiago Magariños, Christian Sancho, Sofía Del Tuffo y Francisco Manuel González Gil.

“Uno es responsable de sus decisiones y es imposible que eso no afecte al otro, que no lo modifique”

 

Mientras tanto, González, que en 2019 fue parte del elenco de “Apache” para Netflix, dándole vida a la madre de Carlitos Tevez, continúa poniéndole el cuerpo a una historia que duele de tan real: “Jauría”.

En esta pieza de Jordi Casanovas, con dirección de Nelson Valente, que se ofrece de jueves a sábado en el porteño Picadero, interpreta a la joven que, durante las Fiestas de San Fermín de 2016, fue violada por un grupo de cinco amigos a los que se apodó como “la manada”.

“Es una obra que toca un tema que, lamentablemente, cada vez es más actual. Es triste pero cada vez se acerca más porque estos casos nos llegan una vez por semana. Es impactante lo que pasa: no estamos pudiendo parar algo que tendría que ser muy simple de parar. Así que me parece que hablar de esto hoy, en una obra de teatro, es una oportunidad para que nos podamos realizar como sociedad”, analiza la actriz.

Premiada por su trabajo en “El diario de Ana Frank” en 2008, González advierte que en su forma de trabajar no hay mayor o menor compromiso en relación a la ficción o veracidad de un texto, aunque al abordar historias reales se siente un despojo adrenalínico.

“No tenés ese escudo que te da la ficción, que siempre termina siendo una protección para estar parados en otro lugar. De repente la verdad es como si estuvieras paradita ahí sola, es como estar un poco desnudo”, grafica.

Con el rodaje de una próxima peli en carpeta, Vanesa está ensayando una obra con Laura Nevole, que va a dirigir Cristian García. Según adelanta, se trata de un proyecto colectivo para el off porteño que pondrá la lupa “sobre el vínculo de discípulo-maestro”, en una historia que estará enmarcada en la práctica de esgrima.

 

 

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