Con perimetral, fue a la vivienda de su expareja y la atacó a golpes

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El coronavirus no es la única pandemia que se registra en nuestra región. También está la violencia de género. Pero mientras en el primer caso la vacuna aparece como el antídoto esperanzador para combatir el drama que representa (hay un Norte hacia el que transitar), en el segundo, las herramientas de superación no están del todo claras. De hecho, las órdenes de exclusión o, también llamadas restricciones perimetrales, no sirven para nada. Una clara demostración de ello es la situación que padeció una chica de 26 años en Berisso, identificada por la Policía por las iniciales Y.A.R.

En las últimas horas, en la zona de las calles 15 y 148, un joven de su misma edad, con quien había mantenido una relación sentimental, que se habría terminado por los permanentes maltratos, se metió en su domicilio, donde la atacó a golpes. Poco parece haberle importado la manda judicial, que le impedía aproximarse a ese inmueble.

Cuando un llamado que ingresó por la Central de Emergencias 911 puso de sobreaviso a la Policía que algo malo ocurría en la vivienda, enseguida se montó un operativo con varios patrulleros.

Así fue como constataron que Y.A.R. presentaba lesiones en uno de sus pómulos, por lo que el agresor quedó inmediatamente detenido.

Por el caso, se labraron actuaciones caratuladas como “lesiones agravadas en el marco de Violencia de Género”.

Los voceros consultados por este diario indicaron que la medida de restricción de acercamiento fue interpuesta por el Juzgado de Paz Letrado de esa ciudad y que se encontraba vigente.

El comisario Daniel González, jefe de la Estación de Seguridad Policial de Berisso, coordinó el procedimiento.

 

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