Ni la pandemia frenó las jineteadas: virtuales y con fines benéficos

Al igual que ocurriò en otras sectores de la sociedad, el campo se tuvo que adaptar para seguir disfrutando actividades tradicionalistas como las jineteadas en medio de la pandemia del coronavirus. Recurriendo a lo virtual, los eventos nunca parararon y sirvieron para llevar a cabo diferentes acciones benéficas.

A través del grupo "Tropilleros Argentinos" conformados por decenas de gauchos e implsado por Javier Lencina, oriundo del partido bonaerense de Maipú, empezaron a desarrollarse encuentros virtuales que sirvieron, por ejemplo, para aportar fondos al sistema de salud y brindarle ayuda económica a la familia de un niño neuquino que debe afrontar un costoso tratamiento oncológico en Suiza.

"El formato virtual se organizó mediante la filmación de videos al principio de la pandemia, cuando no podíamos juntarnos en festivales; y no queríamos entorpecer la lucha contra el virus, queríamos ayudar al sistema de salud", indicó Lencina en diálogo con el portal Campolitoral.

Según precisó, la primera competencia fue de amanse: para la galopeada los participantes debieron constatar, mediante una filmación, que el potro nunca había sido montado. Quienes se encargaban de fiscalizar, aseguraron que por su experiencia se pueden dar cuenta de si el participante está mintiendo o no.

En un plazo de dos meses, los participantes tuvieron que ir domando al caballo y cumplir un reglamento con "tips" de manejo del animal que constate el avance.

Estos eventos virtuales tuvieron una enorme recepciín, a tal punto que llegaron a recaudar 100.000 pesos con un aporte de 500 por participante, sumado a algunas donaciones que permitieron incrementar el número a donar.

Algunos de los centros médicos que recibieron el dinero fueron el Hospital de Niños en Tandil y otro de Benito Juárez. "Los beneficiarios se asombraban; cuando los llamé para decirle que tenía la plata donada por el ganador no me creían", contó Lencina.

En cuanto a la ayuda al chico que debe operarse en Suiza, y sumado a una rifa, recaudaron 273.000 pesos que hicieron "llorar de la emoción" al padre.