Le gatillaron dos veces para robarle un bolso: “Gracias a la vida no salió el tiro”

Lo dijo la víctima, un joven de 20 años que salía de un gimnasio. Lo atacaron en 37 y 117. Increíblemente, no hubo heridos. Tres detenidos

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Pararon, sobre calle 117, en un Toyota Etios Cross rojo. En el vehículo, que tenía un pedido de captura, al menos tres sujetos esperaban algo. Tras unos segundos, dos chicos aparecieron caminando en la esquina con 37. Las puertas del lado derecho del auto se abrieron al unísono, y con rapidez descendieron un hombre alto y un menor de corta estatura. Corrieron hacia los recién llegados, el sujeto más grande con un arma en la mano.

“Yo vi primero al pibe solo, pero el primo de mi novia alcanzó a ver al otro también. Cuando notó que tenía una pistola me tocó el brazo y salió disparado”, le explicó Dylan (20) a este diario. Era la primera vez que el joven acudía al gimnasio que está a la vuelta, al que Ariel (25) -que es hipoacúsico- concurre desde hace tiempo. En un instante se quedó paralizado, a merced de los asaltantes que lo increparon apenas lo tuvieron cerca. “Nunca pensé en resistirme”, afirmó.

El que habló fue el mayor: “Dame todo”, le ordenó sin preámbulos. El damnificado entregó su mochila, pero eso no fue suficiente para el ladrón. “¡Dale, dame el celular también!”, le dijo a los gritos sin escuchar a la víctima, quien le aseguraba que el teléfono estaba en el bolso.

Entonces sucedió lo que Dylan temía. Mientras el delincuente elevaba su brazo armado, le espetó: “Ah, ¿sos vivo?”. Y luego le gatilló al menos en dos oportunidades.

“Gracias a la vida no le salió el tiro y no fui un muerto más”, sostuvo el muchacho asaltado. Mientras todo eso ocurría, Ariel ya había ido a buscar ayuda al gimnasio y regresaba con uno de los instructores a la escena. Pero cuando llegaron, los malvivientes ya habían huido.

Eran las 21:43 del martes, y el atraco duró apenas 14 segundos. Toda la secuencia quedó filmada por las cámaras de seguridad de una vivienda lindera. Y las imágenes fueron la clave para que la Policía pudiera detener a tres de los implicados. El video muestra que los sujetos frenaron a mitad de cuadra, sobre 117, y todo aparenta que tenían “marcados” a los jóvenes. Circulaban con las luces prendidas, pero las apagaron al detenerse.

“En el momento sentí bronca, impotencia de no poder hacer nada y de que nadie haga nada con todo esto que está pasando con la inseguridad”, reclamó el joven. En la mochila, además del celular, tenía la billetera con dinero en efectivo y todos sus documentos, un par de zapatillas de básquet, una remera de entrenamiento, auriculares, un pantalón, una gorra, elementos de perfumería, y otras prendas.

Dylan aseguró que “a mí es la primera vez que me pasa”, aunque reveló que “en el barrio está pasando seguido”. Daniela, su suegra, detalló que “Ariel corrió hacia el gimnasio creyendo que mi yerno lo seguía. Mi sobrino hace años que va y la verdad es que nunca le pasó nada”.

UN AUTO ROBADO Y 4 SOSPECHOSOS

Con la denuncia y las imágenes, las autoridades salieron en busca de los autores del hecho. Ayer por la mañana avistaron el rodado, lo reconocieron y lo interceptaron. A bordo iban un adolescente de 14 años y otro de 18 (que iba al volante), presuntamente implicados en el robo.

Al comprobar los papeles del Etios, “saltó que tenía pedido de secuestro”, confió una fuente policial. Poco después de la aprehensión de los sospechosos, se hizo presente en la seccional el padre de los mismos para referir que ambos habían participado del asalto “engañados” por un tercero, quien sería un conocido hampón de Tolosa.

Voceros judiciales revelaron que la fiscalía ordenó también la detención del progenitor de los dos adolescentes capturados, por considerarlo sospechoso en el caso. Por otra parte, se informó que el prófugo “está identificado”.

La causa fue caratulada como “robo agravado por el empleo de arma de fuego”.

“Es la primera vez que me pasa, pero sé que en el barrio están robando mucho. Siento impotencia porque nadie hace nada”

Dylan, Víctima

 

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