Un jubilado ya tuvo seis robos en su casa: ahora le patearon la cabeza en el piso y casi lo matan
Edición Impresa | 30 de Abril de 2021 | 04:07

Eran alrededor de las 20.30 del martes cuando un jubilado de 74 años estaba cenando en su casa del barrio El Mondongo y mirando televisión. Nada distinto a lo que definió como su “rutina cotidiana”. Lo que no sabía, era que tres sujetos esperaban afuera la oportunidad para entrar. Armados, se metieron a las patadas en esa vivienda de 120 y 65.
Esa violencia -la puerta de madera de la entrada quedó destruida- la repetirían durante todo el tiempo que duró el asalto del que Salvador Pasquale fue víctima.
El hombre intentó, en vano, evitar el ingreso de la banda apoyando su cuerpo sobre la placa. No obstante, como le revelaría horas después del hecho a este diario, la fuerza de los agresores doblegó sin problemas a la suya.
“RECIBÍ VARIAS PATADAS”
En el rostro de Pasquale, cuando recibió a EL DIA, se notaba a simple vista el salvaje castigo físico al que lo sometió uno de los asaltantes que la noche anterior lo sorprendieron en su hogar.
Los hematomas en la zona de sus ojos y en la nariz son algunas de las secuelas que le quedaron marcadas en la cara, luego de las patadas que el ladrón le propinó una y otra vez mientras el damnificado se encontraba en el piso sin posibilidad de defenderse.
“Este chorro me hizo caer al suelo al empujarme con la silla que agarré para tratar de defenderme. Y mientras él se quedó conmigo golpeándome -al punto que recibí varias patadas en la cabeza- y a cada rato aseguraba queme que iba a matarme, los cómplices se encargaron de darme vuelta las dos habitaciones para llevarse todo”, refirió. Momentos antes “estaba mirando en la TV el partido de Defensa y Justicia con Arsenal, mientras esperaba el partido que más tarde jugó River”, club del que es hincha.
Luego comentó que “se quedaron 10 minutos y hasta donde pude comprobar, me sacaron 8.000 pesos y una escopeta de doble caño de calibre 16”.
Al recordar el episodio, el jubilado expuso que ya contabiliza “por lo menos seis robos” en el inmueble que habita desde hace 51 años.
Acotó que “dos fueron asaltos y los restantes fueron robos que cometieron cuando no estaba en casa”.
Con todo, y desoyendo reiterados consejos de familiares y allegados, aseveró que “no piensa mudarse”. Y lo explicó así: “a esta vivienda la construimos con mi padre, por lo que tiene un valor sentimental muy grande para mí. Es gran parte de mi vida”.
Sin embargo, consciente de los riesgos que asume al permanecer en esa finca, donde delincuentes parecen tenerlo en la mira para sus fechorías, edificó un plan alternativo: dotar a su casa de medidas que le aporten mayor tranquilidad.
“Ahora la voy a reforzar bastante”, aseguró. En esa línea, manifestó que “unos hombres que estaban con sus herramientas” a metros suyo “vinieron para reparar y darle más seguridad a la puerta de entrada que me rompieron los ladrones a patadas”.
Pero también tiene previsto, en lo inmediato, “hacer instalar una reja que cubra todo el frente de la casa, para que no puedan acceder a la puerta ni a la ventana que dan a la calle”.
Tiempo atrás, recordó, “hice levantar varios centímetros el paredón lateral de la casa, que da sobre calle 65, por donde entraban a robar”.
PIDE UNA CÁMARA DE SEGURIDAD
Más allá de las medidas que enumeró, destinadas a tratar de evitar que siga sumando ataques delictivos, aprovechó la ocasión para plantear un reclamo a las autoridades municipales.
“El barrio viene desde hace 10 años con muchos episodios de inseguridad. No sólo me roban a mí; a otros vecinos les pasó lo mismo”, reflejó Pasquale. Por eso, consideró indispensable que “nos instalen una cámara de seguridad, en el poste de esta esquina de 120 y 65”.
“Es fundamental que (los delincuentes) queden filmados, para que la Policía tenga mayores posibilidades luego de detenerlos”, indicó luego.
Por último, recordó que el anterior asalto padecido “fue el 28 de diciembre de 2013, a las 7 y media de la tarde, cuando yo dormía y mi señora miraba televisión con la puerta de adelante abierta. Y entraron dos chorros”.
“El barrio viene desde hace 10 años con muchos episodios de inseguridad. No sólo me roban a mí”
Salvador Pasquale (74) Víctima del asalto en 120 y 65
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