Se abrió una polémica en la Región por un dragado y la protección del Monte Ribereño
Edición Impresa | 19 de Mayo de 2021 | 02:38

El dragado de “la canaleta”, como se conoce a la vía navegable que comunica el sector norte de Río Santiago, donde se encuentran los clubes náuticos, y el Río de la Plata ya en aguas abiertas, despertaron la reacción de una entidad ambientalista que considera que la acción viola una normativa de protección del Monte Ribereño. Las instituciones deportivas involucradas en los trabajos de saneamiento del curso de agua, como así también el municipio de Ensenada, aseguraron que la obra no sólo “es necesaria” sino que además no atenta contra el ecosistema de la zona.
A raíz de las tareas de remoción del lecho del canal la asociación civil Nuevo Ambiente solicitó la intervención del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), por entender que con esos trabajos se está ante la “posible violación de la ley 12.756, que declaró Paisaje Protegido de Interés Provincial para el desarrollo ecoturístico, a la zona del Monte Ribereño Isla Paulino, Isla Santiago”.
En febrero último, y a pedido de las entidades deportivas de la zona (los clubes Regatas de La Plata y Náutico de Ensenada), la comuna de Ensenada comenzó con los trabajos de dragado del canal (el originario, que en sus inicios fue mucho más ancho pero con los años se fue angostando, y es el único natural, pues el que da al sector sur de Río Santiago fue abierto por la mano del hombre y es la salida hacia el Puerto La Plata). Todavía en plena ejecución de las tareas, en las instituciones se asegura que “ya se advierte la depuración de las aguas”.
El dragado “excede por mucho lo que se necesita para garantizar la navegabilidad”
Concretamente, Diego De Nicola, presidente de Regatas, señaló que era de “suma importancia” realizar una obra que les facilite a los deportistas la actividad náutica. “Es beneficiosa desde el punto de vista ambiental, porque Río Santiago recibe mucha contaminación del arroyo El Gato y entonces con `la canaleta´ tapada el agua se estanca, no circula y siempre son aguas sucias; así se oxigena y se limpia”, precisó el titular del club con sede en Ensenada.
Al mismo tiempo, De Nicola destacó lo que significa el dragado de ese canal para las prácticas náuticas. “se necesita un salida directa y segura para los deportes a vela; tenemos una flota de deportistas que entrenan río abierto”, añadió.
Uno de los cuestionamientos de Nuevo Ambiente gira en torno a lo que, según sostiene la entidad, el dragado “excede por mucho lo que se necesita para garantizar la navegabilidad del curso, destruyendo la biota del lugar de manera irreparable”. Además, solicita al OPDS que responda si los trabajos cuentan con un estudio de impacto ambiental que los habilite.
“CAMBIO NOTORIO”
Fernando Monticelli es vecino de largos años de la zona; socio de Regatas y abogado ambientalista, investiga desde 2006 (con presentaciones judiciales incluidas) la contaminación del arroyo El Gato en su desembocadura en Río Santiago. Según puntualizó a partir de la impugnación de la obra por parte de Nuevo Ambiente, el dragado no estaría dañando el Monte Ribereño. “Por el contrario -resaltó-, de esta manera se sanea el canal, que fue llenándose de basura por la polución del arroyo El Gato. Es más, es muy notorio el cambio del color del agua a partir de estos trabajos; se va purificando porque ingresan con mayor facilidad las corrientes del Río de la Plata”.
La respuesta municipal
Desde el municipio de Ensenada se indicó que “el dragado que se está haciendo sobre la canaleta de la Isla Santiago corresponde a un pedido histórico de los clubes náuticos, de los deportistas y de la comunidad en general”, al tiempo que se remarcó que “después de 100 años, se está llevando adelante un trabajo serio que permite oxigenar y limpiar el Río Santiago, ejecutando la obra sobre el tramo original de la canaleta”.
En respuesta a la postura de la entidad ambientalista que pidió explicaciones al OPDS, fuentes de la comuna vecina señalaron que “Nuevo Ambiente no hace más que querer condenar a los clubes y a los ensenadenses a sufrir un Río Santiago lleno de basura, excremento y contaminación”. Asimismo, se agregó que “La ONG adopta un rol entorpecedor del desarrollo de la ciudad, ya que el dragado significa un beneficio ambiental para el Río Santiago, un aporte al crecimiento deportivo y turístico, y una respuesta a la demanda de dos queridas instituciones de la ciudad”.
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