“Me dieron una Ferrari y la choqué”: el público le dio la espalda y Rial renunció a “TV Nostra”

Había debutado el 5 de abril con la promesa de un programa “diferente” pero el rating no lo acompañó y se hizo cargo del fracaso

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Menos de dos meses después de haber debutado con bombos y platillos por la pantalla de América, Jorge Rial anunció anoche su renuncia a “TV Nostra”. El periodista se hizo cargo del fracaso del envío que nunca encontró identidad en una tele que parece decirle “no” a los viejos vicios.

En América la tensión iba en aumento por el alto costo de producción con el que Rial había vuelto a la pantalla tras renunciar a “Intrusos” después de veinte años y que, pese al esfuerzo, no lograba superar el punto de rating.

“Tomé la decisión de terminar ‘TV Nostra’ con todo el dolor del mundo. A veces uno de este lado de la pantalla se sobrevalora, piensa que está para otra cosa, o que sabe lo que el otro quiere. Pasa mucho en este medio y a veces nos enojamos y preferimos putear a la gente y echarle la culpa. Y la verdad, no es este el caso”, comenzó diciendo Rial, anoche, cerca de las 22, en el que era su regreso al programa tras haber faltado por su viaje a Miami, en donde se vacunó contra el COVID, dejando el barco casi a la deriva en manos de sus panelistas: Marina Calabró, Ángela Lerena y Diego Ramos.

“Cuando decidí dejar ‘Intrusos’, esa marca registrada que gracias a Dios está funcionando bárbaro, dejaba ese espacio de comodidad que todo el mundo quiere, y arrancaba un nuevo desafío, como era ‘TV Nostra’. Lo hice feliz de la vida, haciendo una apuesta personal, creyendo que las circunstancias daban para un programa más distendido, o meterse más en política, tal vez en la ironía... No lo logramos, no lo logré en realidad, porque esto es responsabilidad absolutamente mía y de nadie más. No de mis compañeros”, dijo, para elogiar a sus laderos, que, mientras lo escuchaban, lagrimeaban porque, claro, el fin del programa implica el fin de un trabajo.

“Me equivoqué, creí saberlo todo y la verdad no lo sé todo. Soy parte de la industria de la televisión, hay espacios, lugares y tiempos que hay que saber respetar y acá hubo un error personal mío: ni de mis compañeros, ni del canal, que me dio total libertad; de hecho no tuve ni un reproche a pesar de que los números no eran los que esperábamos. Pero estaban dentro de una normalidad donde hay programas que promedian los dos o tres puntos”, dejó en claro.

Cuando las redes estallaban con su fracaso, algo que muchos vieron como “la buena noticia del año”, Rial insistió en que la decisión fue motivada por “una cuestión personal, siento que tendré que revisar qué hice hasta ahora, bien o mal, y ver también qué está pasando”.

Dijo que podría echarle la culpa a la pandemia, pero no. “No hay excusas. Fue una responsabilidad mía, tuve mucho miedo debo reconocer, me hice un bollito, me sacó energía y yo la verdad no quiero sacarle un espacio (al canal)... No quiero poner en problema a mis compañeros, menos a los técnicos que son un staff hermoso y les pido disculpas a todos por haberlos decepcionado. No era mi intención”, admitió.

A la hora de hablar sobre su futuro, dijo que se “tomará un tiempo para ver errores y las pocas virtudes que puedo llegar a tener. No creo en agarrarse a nada, no quiero terminar puteando, no quiero echar culpas. Los que hacemos televisión somos los responsables: tuve los mejores jugadores adelante y detrás de cámara”.

En su profundo mea culpa, manifestó: “Se los dije cuando arrancamos: me pusieron una Ferrari, el problema es que la tengo que manejar. Bueno, chicos, me dieron una Ferrari y la choqué. Pero saben qué, todavía hay un seguro: recapacitar. Me voy a tomar un tiempo para ver, volver, si es que me quieren todavía, y sino me dedicaré a mi nieto, a mi familia”.

Para el cierre, y al borde de las lágrimas, abrió el paraguas ante las críticas y burlas al decir que “sé que abro una puerta al infierno con todo esto, están en todo el derecho a opinar lo que quieran (...). Uno sabe que si seguís cavando, podés hacer los pozos más grandes y yo no tengo ganas de seguir cavando. Me voy un tiempo de mi casa que es América. No es fácil, sobre todo para los que hacemos televisión que tenemos el ego más grande que este estudio. Pero aprendí a no tenerlo, aprendí a ser un poco más humilde y a aprender lo que el otro piensa. Nos vamos a volver a ver. No se van a poder librar de mí”.

 

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