¿La caída?: Tinelli y Rial, dos gigantes con problemas en una tele que le dice “no” a lo viejo
Edición Impresa | 31 de Mayo de 2021 | 02:47

A menos de dos meses de debutar, Jorge Rial se sentó el viernes al frente de su “TV Nostra” y anunció, para sorpresa de todos, que renunciaba al programa: “Choqué una Ferrari”, reconoció, sobre el ciclo que comenzó con entusiastas 5 puntos de rating y llegó a medir debajo de un punto. Y mientras Rial se bajaba de la tevé, “ShowMatch” quedaba otra vez debajo de “Dr. Milagro” y “MasterChef” en las audiencias: debutaba en el envío de Tinelli el humor político, y la “novedad” retro calentó un poquito la pantalla de El Trece tras una semana en la que Marce llegó a promediar debajo de 11 puntos y a quedar fuera del top 5 de lo más visto del día. Señales: aunque no se puede despreciar ningún punto de rating en una televisión que compite hoy contra las grandes plataformas y que no cuenta con audiencia juvenil, el público tradicional también parece haberse cansado de los viejos vicios de la tevé.
Rial inició sus dos meses al frente de “TV Nostra”, de América, con una gran apuesta: entrevistó a Matías Morla y lo puso cara a cara con sus panelistas, en lo que parecía ser una especie de “Intrusos VIP”, con panelistas que eran incluso “extranjeros” en el mundo de los chimentos como Diego Ramos y Ángela Lerena, y la voz autorizada de Marina Calabró, panelista VIP. Quizás por cuestión de ego, incluso, quería competir con los grandes, ir al horario central. Y el comienzo, con Morla hablando de la muerte de Maradona, generó suficiente interés para que el programa superara los 5 puntos de rating.
Pero una vez más, y aunque pretendía generar un espacio de debate político picante, Rial apostó por el estiramiento constante del tiempo en el aire y la opinión como bandera, viejos vicios de sus días en “Intrusos”: un formato que mide lo suficiente, pero que en el prime time, con grandes competidores, terminó hundiéndose en los números, y cerrando el negocio tras 41 emisiones.
El caso Tinelli es similar: Marce también apostó en este “ShowMatch” a cambiar algo, pero no demasiado. En lugar del “Bailando”, puso en pantalla “La Academia”, que no es más que un “Bailando” con más disciplinas. Entre los concursantes había muchos “sospechosos de siempre” y pocas figuras atractivas, de las que generan lío y miden. Y eso que puso en la pista a varias ex parejas...
Y aunque no se hundió en el rating, está midiendo por debajo de lo esperado para la fastuosa inversión que implicó poner en pantalla el concurso, en un escenario 360º con drones dentro del estudio y grandes puestas de escena. Había poco interés en el “Bailando” remozado, en los interminables programas de Marce, en el formato en general. Consciente, Tinelli hasta intentó a través de las redes generar cierto revuelo, deslizando que Alex Caniggia iba a estar en su programa (llevó un imitador), justo cuando se hablaba de que el hijo de Mariana Nannis había dejado “MasterChef” para pasar a “La Academia”. No funcionó.
Y eso que con tal de evitar a “MasterChef”, reality que ya tiene establecido su público, Tinelli decidió no ir en el habitual horario de las 22.30 y comenzar a las 21: pero tampoco pudo sacar a bailar a “Dr. Milagro”, el culebrón enlatado que Telefé pone a esa hora y que lo supera noche tras noche por más de cinco puntos de rating.
10,5 puntos comenzó midiendo la pasada semana “ShowMatch”. Terminó la semana un poco mejor, pero debajo de “Dr. Milagro” y “MasterChef”
Cuando comenzó la semana pasada, los números eran alarmantes para Marce, que promediaba algo más de 10 puntos de rating y cerraba las noches por debajo de los 8 puntos. Entre jueves y viernes, consiguió un pequeño repunte, gracias a la gala de eliminación (Cucho Parisi fue el primero en dejar la pista) y al debut del humor político. Claro que habrá que ver si el próximo viernes el público vuelve a sintonizar El Trece, teniendo en cuenta que el esperado ciclo de humor mostró ser parte del problema que hunde a Tinelli y Rial en la consideración popular: es más de lo mismo, más de lo viejo, más de eso que no genera entusiasmo en la audiencia, mucho menos el suficiente entusiasmo como para cambiar el canal y dejar de ver lo que ya son sus favoritos de la noche.
El ciclo humorístico propuesto por Tinelli reeditó todos los viejos clásicos: “El Insoportable”, con Diego Pérez y José María Listorti, “Los Tack See Boys” (Pichu Straneo, Rodrigo Vagoneta, Pachu Peña y Carna), ambos con invitados, las cámaras ocultas, “Grandes poesías de pequeños autores” (con Lanata, quien lo hubiera dicho, las “Raporteras”, “Los Jaimitos”, “El show del chiste”... Los éxitos noventosos que quizás trajeron algo de nostalgia, pero poco más.
Todo lo coronaba “Politichef”, el “reality” de imitadores de políticos que imita “MasterChef” como imitara “Gran Hermano” la casa del “Gran Cuñado”. Aquella, hay que recordad, no fue particularmente un éxito, como tampoco todos los intentos de Tinelli de devolver los bloques de humor a su show: todos terminaron igual, cediendo su espacio al taquillero “Bailando”. El público quería pachanga y, parece, encima eso le interesa, ahora, cada vez menos.
UNA CRISIS QUE LOS EXCEDE
Está claro que ante una crisis económica que los excedió largamente, los canales se abrazaron a los formatos que consideraban seguros: dejaron de producir carísima ficción y pasaron a poner efectivos enlatados de otros países, los concursos, formatos baratos, pasaron a poblar las grillas, los realities volvieron al poder. La audiencia atada a la tevé tradicional sigue existiendo, y siguió mirando, más ahora, en tiempos donde no se puede salir al cine o al teatro, dándole impulso a los viejos formatos, pero lentamente adaptándose a los nuevos formatos, a la oferta global de las plataformas.
Así, jugar “conservador” parece haberle salido caro a los programas de aire, que ahora tienen en sus grillas que cada vez menos gente visita, debido a la competencia de las nuevas pantallas, programas que le interesan cada vez a menos gente, por familiares, por agotados.
0,9 puntos llegó a medir “TV Nostra”, el programa de Jorge Rial, en el prime time de América. Comenzó con 5,5 puntos y terminó tras 41 emisiones
Tinelli y Rial son solamente emblemas de esta tendencia, dos figuras, además, sobre las que el público general tiene opiniones fuertes, y poco favorables: su caída fue recibida con burlas en las redes, siempre dispuestas a pegarle al caído, y hasta sin querer (¿queriendo?) se sumó Susana, que quiso enviar un mensaje privado y mandó un tuit riéndose de Jorge Rial. “Chocó la Ferrari. Todo llega”, lanzó la diva.
Pero ojo porque el karma también funciona para uno: Susana también es dueña de un formato tradicional, pero con indicios de crisis de audiencia en los últimos años que estuvo al aire. La diva total, de todos modos, ya dio el salto a lo nuevo: con Marley y otras figuras de la tevé, evitará la tiranía de un rating cada vez más fugitivo, y por lo tanto cada vez más desesperado y tirano, al producir envíos para Paramount+, la plataforma de Viacom, el grupo dueño de Telefé.
¿Implica esto que la vieja tevé, con sus viejos formatos, se hunde irremediablemente? Parece claro que los días dorados, los días donde el aire era el centro del mundo mediático, se han ido, y ese poder se ha disipado en las redes y concentrado en nuevas plataformas: si insiste con lo viejo, lentamente el rating se fugará. Pero está de moda decretar la muerte de lo viejo, despreciando su potencia. Alguna transformación vendrá, seguramente, para que sobreviva lo viejo (Tinelli es maestro en el arte de reinventarse, de hecho). Y, por otro lado, 10 puntos de rating no son nada despreciables, una concentración de público que sigue siendo interesante para las marcas que pautan y pagan el aire televisivo.
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