“Las calles están desiertas, pero los ladrones igual circulan”

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Quienes viven y trabajan en City Bell ya no se sorprenden por los bocinazos que cada jueves se imponen poco después de las 18 por sobre el ruido habitual de la Cantilo, ni los confunden con algún festejo. Saben bien que no son celebratorios si no de reclamo, como tampoco son pocos los que los acompañan con aplausos.

Piden seguridad, en una movilización que convoca también cada semana a vecinos y comerciantes de otras localidades de la zona Norte que comparten la misma problemática.

Como publicó este diario en su edición de ayer, la última caravana arrancó con unos 25 autos que partieron del playón ferial de la Plaza San Martín, en City Bell, para avanzar por las calles del centro y regresar al punto de inicio.

“En el recorrido siempre se duplica la cantidad de coches y la gente que circula caminando acompañaron con aplausos en algunos casos”, explicó un vecino que participa de la movida semanal, Héctor Tassino.

La forma de la protesta no se alteró a partir de las restricciones de circulación decretadas por la segunda ola de la pandemia, aunque sí cambiaron algunas modalidades delictivas.

“A partir de las 20 las entraderas disminuyeron”, analizó Tassino, “pero apareció más raterismo”. En toda la zona recrudeció también la apertura de autos estacionados y escruches en comercios, particularmente en Villa Elisa (ver nota principal y recuadro).

Consultado por EL DIA, Tassino rescató que “se nota más presencia policial, aunque eso no logra amedrentar a los ladrones”.

A los vecinos y comerciantes de zona Norte les preocupa, además, la falta de operativos antidroga: “Hace rato que no allanan ningún búnker”, se quejan, sin pasar por alto que después de las 20 las calles “son una desolación, pero los ladrones igual circulan”.

Otra modalidad recurrente, contaron, es el robo de luminarias de los frentes de las casas, los juegos de jardines “y todo lo que encuentren a mano”.

 

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