Cristina inicia la campaña electoral desde La Plata

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Emiliano Russo

efrusso@eldia.com

Con un fuerte apoyo al plan de vacunación bonaerense, Cristina Kirchner decidió ayer dar inicio, en los hechos, a la campaña electoral en la Provincia con uno de los ejes de la etapa proselitista que se viene y, en un mensaje hacia dentro de la coalición oficialista, respaldó la figura de Axel Kicillof como “el buen gestor” ante la emergencia de la pandemia.

Al menos dos señales dejó la Vicepresidenta ayer al volver a subirse a un palco en nuestra ciudad de cara a las elecciones de noviembre: un tono suave, moderado en su discurso, y el hecho de que por primera vez, al menos en público, habló de la pandemia y las vacunas.

Si para el kirchnerismo la Provincia es la “madre de todas las batallas” de cara a las elecciones legislativas de este año, el Conurbano es su principal bastión electoral. Por eso, intenta hacer más eficiente allí el proceso de vacunación. Pero la Vicepresidenta no oculta su preocupación porque este conglomerado urbano absorbe la peor cara de la crisis cuando la Argentina navega en procesos caracterizados por la alta inflación y una persistente recesión.

Hace unos 10 días encargó a un funcionario provincial un relevamiento sobre cómo cerraron las principales negociaciones paritarias de los sindicatos. El temor a que la crisis haga peligrar un triunfo electoral en el Gran Buenos Aires, ha motivado en los últimos meses las principales batallas del kirchnerismo con funcionarios del Ejecutivo, como el ministro Martín Guzmán (Economía).

Durante su discurso de ayer, Cristina también marcó diferencias con la Casa Rosada al insistir en su propuesta de integrar el sistema de salud para hacerlo más eficiente frente a “futuras pandemias”.

“Lo peor que puede pasar a una sociedad o a un gobierno es negarse a discutir la realidad y lo evidente”, disparó ayer al defender la propuesta que había elevado a fin del año pasado para establecer un sistema unificado de salud, que fue resistida no sólo por las prepagas sino por los sindicatos que, en alianza con la Casa Rosada, lograron obturar el avance de un plan que buscaba integrar a los agentes de la salud pública, privada y de las obras sociales. Para los gremios aliados al Ejecutivo este nuevo “embate” se vincula con el reciente freno oficial al desembarco de dirigentes del kirchnerismo bonaerense en cuatro gerencias de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), el organismo que casualmente administra los recursos de la seguridad social en el país.

Como ocurrió aquel 19 de diciembre pasado en el Estadio Unico, la Vicepresidenta volvió a patear el tablero y puso sobre la agenda pública esta reforma.

Estos planteos volvieron a poner en alerta a la CGT. Un jefe sindical consultado por este diario, de trato regular con el Presidente y con Santiago Cafiero, se mostró ayer sorprendido por las declaraciones: “Hace poco quisieron meter por la fuerza a cuatro gerentes y logramos neutralizarlos. Ahora vuelven con estos embates”, indicó y manifestó su desacuerdo con la iniciativa: “Es una locura centralizar todo en un sistema estatal”. Por último, reconoció que estos enfrentamientos no resultan convenientes para la convivencia interna del Frente de Todos, a poco de comenzar a desandar una nueva campaña electoral.

 

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