Extraer el CO2 del aire que respiramos, o cómo hacer el trabajo de los árboles
Edición Impresa | 11 de Julio de 2021 | 02:50

El dióxido de carbono (CO2), gas de ‘efecto invernadero’ que se encuentra en concentraciones bajas en la atmósfera y al que se considera uno de los principales impulsores del calentamiento global debido a su capacidad de absorber e irradiar el calor, podría retirarse directamente del aire mediante una innovadora tecnología denominada ‘Direct Air Capture’ o DAC.
El sistema DAC (siglas de ‘captura de aire directa’ en inglés) ya está funcionando a escala experimental en una planta piloto de la compañía Carbon Engineering (CE) situada en Squamish (Columbia Británica, Canadá).
A mediados de esta década funcionará en una instalación a gran escala localizada en Escocia, que será la primera planta a gran escala con esta tecnología en el Reino Unido y en toda Europa.
La empresa Storegga (www.storegga.earth) pionera en proyectos de reducción y eliminación de carbono en Reino Unido, y la CE (https://carbonengineering.com) han comenzado los trabajos de ingeniería y diseño de la futura instalación DAC escocesa que eliminará permanentemente entre 500.000 y un millón toneladas de dióxido de carbono al año de la atmósfera.
Esta instalación se prevé que esté operativa para 2026, convirtiéndose en un modelo de infraestructura limpia que se podía implementar en todo el continente contribuyendo a alcanzar los objetivos medioambientales europeos, según sus impulsores.
Además de ofrecer ventajas para el despliegue de proyectos DAC, como sus abundantes fuentes de energía renovable y una mano de obra calificada de la industria del petróleo y el gas del Mar del Norte, Escocia también dispone de lugares en alta mar donde el CO2 capturado puede almacenarse de forma segura y permanente en las profundidades del lecho marino, destacan desde Carbon Engineering.
“Esta tecnología permite capturar dióxido de carbono directamente del aire que respiramos a nivel de la superficie terrestre mediante un sistema mecánico, aspirando aire atmosférico, para luego extraer el CO2 a través de una serie de reacciones químicas, mientras se devuelve el resto del aire al medio ambiente”, afirman desde la compañía.
HACIENDO EL TRABAJO DE LOS ÁRBOLES
“Esto es lo que hacen las plantas y los árboles todos los días mientras realizan la fotosíntesis, excepto que la tecnología DAC lo hace mucho más rápido, con un impacto ambiental pequeño, y entregando el CO2 en una forma pura y comprimida que luego puede almacenarse bajo tierra o reutilizarse”, según CE.
El C02 extraído del aire puede ser inyectado y almacenado en depósitos
“La tecnología DAC opera con cuatro equipos principales, que se vienen utilizando a escala industrial desde hace años, y posibilita un proceso de extracción del C02 que comienza con un contactor de aire (air contactor), una gran estructura modelada a partir de torres de enfriamiento industriales”, explican desde CE.
Un ventilador gigante empuja aire hacia esta estructura, donde pasa sobre superficies de plástico delgadas que tienen una solución de hidróxido de potasio fluyendo sobre ellas.
Esta solución, no tóxica, se une químicamente con las moléculas de CO2, eliminándolas del aire y atrapándolas en la solución líquida en forma de una sal de carbonato.
El CO2 contenido en esta solución de carbonato se somete luego a una serie de procesos químicos para aumentar su concentración, purificarlo y comprimirlo, de modo que pueda entregarse en forma de gas, listo para su reutilización o almacenamiento.
Es posible reconvertir el C02 en combustibles sintéticos bajos en carbono
“Esto implica separar la sal de carbonato de dicha solución en pequeños gránulos en una estructura llamada reactor de gránulos (“pellet reactor”) que ha sido desarrollado adaptando una tecnología precedente destinada al tratamiento de agua”, según la firma canadiense.
Luego, estos gránulos se calientan en el tercer paso del proceso, en un componente tecnológico denominado calcinador, para liberar el CO2 en forma de gas puro. El calcinador es similar a un equipo que se utiliza actualmente a gran escala en la minería para el procesamiento de minerales.
EL C02 PUEDE ALMACENARSE O REUTILIZARSE
Este paso también deja como resultado gránulos procesados que, a continuación, se hidratan en un equipo denominado apagador (“slaker”) y se reciclan nuevamente dentro del sistema DAC para formar parte del proceso químico original de captura de CO2, indican sus promotores.
“El C02 extraído del aire, puede ser inyectado y almacenado a gran profundidad en depósitos geológicos o bien ser reconvertido en combustible sintéticos ultrabajos en carbono, como gasolina, diesel y jet-A para aviones (proceso ‘aire a combustible’)”, informa CE.
Además de la planta escocesa, la compañía canadiense CE tiene en marcha con la firma 1PointFive (www.1pointfive.com) otro proyecto para instalar en Estados Unidos una planta de un megatón con tecnología DAC, capaz de extraer del aire un millón de toneladas métricas de CO2 atmosférico anualmente, “equivalente al trabajo de 40 millones de árboles”, según indican.
La planta piloto de CE en Squamish, que funciona desde 2015 como instalación de prueba, y reconvierte el CO2 en combustible desde 2017, puede capturar una tonelada de CO2 por día, teniendo una capacidad de captura menor que la de las futuras plantas comerciales del Reino Unido y de EE UU, ya que su funcionamiento tiene fines experimentales. (EFE)
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