Un exasesor de Trump, acusado de ser agente de Emiratos Árabes

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WASHINGTON

Thomas Barrack, un aliado cercano del expresidente estadounidense Donald Trump, fue detenido ayer en Los Ángeles y acusado por no informar que trabajaba como agente para un gobierno extranjero.

El Departamento de Justicia hizo público el documento de una corte federal de Nueva York que inculpa a tres sospechosos, entre ellos Barrack, de 74 años, de no registrarse como agentes de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) cuando intentaron influenciar la política exterior de Trump durante su primera campaña presidencial.

Barrack es un inversor multimillonario que cooperó con la campaña electoral de Trump en 2016 y presidió la organización de su investidura en 2017.

Amigo de Trump durante décadas y a quien el exmandatario planteó incluso nominar como embajador en México, Barrack enfrenta cargos federales en una corte de Nueva York por sus “intentos ilegales de impulsar los intereses de EAU en Estados Unidos”, informó el Departamento de Justicia en un comunicado.

Según la acusación, el inversor “influyó en las posturas políticas” de Trump cuando era candidato presidencial en 2016, y también cuando llegó a la Casa Blanca, para que se ajustaran a los intereses de ese emirato del Golfo Pérsico.

Junto a otros acusados, Barrack trabajó para “impulsar los intereses (del emirato) y proporcionar inteligencia a EAU, sin notificar al fiscal general de EE UU de que estaba siguiendo instrucciones de altos cargos” de ese país árabe, explicó el Departamento de Justicia.

Eso supone una violación de las leyes estadounidenses sobre influencia extranjera, y tuvo notables consecuencias en la política exterior de Trump, según la acusación.

En mayo de 2016, Barrack “insertó una alabanza a EAU en un discurso de campaña” de Trump sobre política energética, y envió una copia del mismo a autoridades del emirato antes incluso de que el candidato lo pronunciase.

Un mes después de la victoria electoral de Trump, en noviembre de 2016, Barrack se reunió con altos cargos emiratíes “y les aconsejó crear una ‘lista de deseos’” que querían conseguir de la política exterior de la nueva Administración, aseguró el Departamento de Justicia.

A partir de la llegada al poder de Trump en enero de 2017, Barrack “asesoró informalmente” a altos cargos del Gobierno de Trump sobre asuntos “relacionados con la política estadounidense en Medio Oriente” e intentó -sin éxito- que lo nombraran enviado especial para el conflicto entre israelíes y palestinos.

Además de Barrack, fueron imputados sus dos presuntos ayudantes en la trama: Matthew Grimes (27) y que también fue arrestado ayer; y un ciudadano emiratí de 43 años, Rashid Sultan Rashid Al Malik Alshahhi, que sigue libre.

Barrack se comunicaba a través de esos dos ayudantes con las autoridades emiratíes y llegó a describir a Alshahhi como el “arma secreta” de EAU en Estados Unidos.

(EFE)

 

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