Para hacer pie

Leandro Martini y Mariano Messera entendieron que, con tantas bajas por lesión y sin la llegada del 9, no se podía jugar como siempre. Por eso, esta versión "puntito inteligente" de Gimnasia tal vez sea efímera, pero dejó algunas bases desde las que rearmar el equipo.

Es innegable, el partido contra Racing fue feo. Gimnasia trató de que así fuera, en una suerte de fin de la inocencia.Sin el 9 (hoy Holgado se despidió de Audax Italiano), sin un reemplazo superador de Ayala, con el Pulga, Carbonero, Guiffrey y Ramírez lesionados, la cosa no estaba como para salir a jugar con una rosa en la mano, más allá de que Racing viene golpeado y con una interna brava. 

Obviamente, podrán decirme que el 5-4-1 podría haber terminado en catástrofe si Racing acertaba temprano. Es cierto. Tan cierto como que una pelota quinielera en el final ante Platense le hubiese dado un aire de victoria épica inmerecida. Y en ambos caso, hablamos de imposibles, porque Gimnasia no le pateó al arco a Platense en el final y porque Racing casi no inquietó a Rodrigo Rey. De hecho, la dupla eligó el riesgo porque la defensa académica temblaba como una hoja pero el flojo ingreso de Aleman impidió saber cuánto podría haber forzado el juego el Lobo.

Por lo pronto, en medio del mal de las ausencias se pueden sacar algunas conclusiones, que seguramente la dupla habrá apuntado. En primer lugar, que el despliegue de Manuel Insaurralde -más allá de algunas decisiones erróneas cuando estaba muy cansado y golpeado-lo ponen en primera fila para quedarse con el lugar de Víctor Ayala. La otra conclusión, evidente, sanguínea, es que el vapuleado Maximiliano Coronel sigue siendo mucho más que el uruguayo Fratta (y también que Morales, que jugó un buen partido en Avellaneda) y debe ser el acompañante de Germán Guiffrey. Ojalá Fratta sea un Pouso defensor, que empezó mal y después fue importantísimo para la personalidad del equipo del ascenso. Por ahora, es menos que los que estaban.

Notas al margen, un par: Melluso está cada vez mejor. Fue figura. También Matías Miranda, un chico que juega bien y hay que bancar aunque tenga partidos flojos. Y bancar no implica un cheque en blanco para ser siempre titular: significa moderar las críticas, frenar un póco las lapidaciones públicas. Y el análisis vale también para los "9", porque la semana pasada Cocimano no servía pero Contín había entrado bien y hoy Contín no sirve y toda la expectativa está puesta en esta media hora de Alexis Domínguez (pivotea bien, le costó el manejo de la bocha) y si el jueves Domínguez anda mal la solución será Holgado hasta que Holgado juegue mal ¿y ahi...? Un delantero en Gimnasia tiene menos fecha de vencimiento que un yogurth. Calmemos un poco.

Cuando estén todos, veremos hasta donde da este equipo de Martini y Messera, con un mercado de pases con un crack y muchos suplentes. Argentinos, el 18, por la Copa Argentina, debe ser un objetivo mientras se suma para que el descenso pronto sea una anécdota y un colchón de puntos para el día en que los cráneos del fútbol decidan volver a 20 clubes en primera. Y que ese día, el temblor sea solo una cosquilla para el Lobo.

Gimnasia
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Miranda

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