En qué consiste el tratamiento para preservar los óvulos

El procedimiento para la preservación de ovocitos es similar al que se practica para la fertilización in vitro, sólo que en lugar de fecundar los óvulos obtenidos se los almacena en nitrógeno líquido a fin de que tenerlos disponibles cuando se los vaya a requerir.

El primer paso consiste realizarle a la mujer estudios destinado a evaluar su reserva ovárica y su salud reproductiva. Estos consisten en general en exámenes hormonales en sangre y una ecografía transvaginal para descartar cualquier anomalía.

Con esa información los médicos diagraman un esquema de estimulación ovárica y comienzan a realizarla mediante la administración de medicación hormonal por medio de inyecciones subcutáneas durante un período entre diez y doce días.

“Durante ese plazo -explica la especialista en fertilidad Romina Pesce- la paciente es monitoreada ecográficamente y con determinaciones hormonales. También, evaluamos su respuesta y progreso en número y tamaño de ovocitos desarrollados, y una vez que están en condiciones, se programa su extracción”.

Establecida la fecha de la extracción el procedimiento se realiza en un quirófano y bajo sedación con una técnica mínimamente invasivo que dura unos 20 minutos y tras la cual la paciente se puede retirar caminando.

El líquido folicular obtenido en ese procedimiento se envía al laboratorio de embriología, donde los biólogos a cargo lo examinan, separan los óvulos y los preparan para ser vitrificados en viales que se sumergen en nitrógeno líquido a menos de 196 grados.

Preservar óvulos no resta fertilidad a la mujer sino que le ofrece mayores posibilidades de quedar embarazada a partir de cierta edad en que su fertilidad empieza a decaer.