Feroz golpiza contra dos empleadas durante un rápido asalto en un local de uniformes
Edición Impresa | 13 de Agosto de 2021 | 02:37

Faltaban sólo 5 minutos para que finalizara la tarde del miércoles en la casa de venta de uniformes situada en el centro de Los Hornos.
Por eso, mientras una de las empleadas “hacía la caja”, la otra aprovechaba para sacar una bolsa con basura a la calle. Una rutina similar a la de muchísimas otras jornadas.
Sin embargo, cuando el reloj marcaba las 18.55 de aquel día, las circunstancias habituales se vieron alteradas por la sorpresiva aparición en escena dentro del local “Albert Sports”, de 60 entre 136 y 137, de dos motochorros.
“Esto es un robo”, avisaron y luego todo empeoró con una feroz descarga de violencia contra las empleadas, según denunciaron.
En sólo 2 minutos, sustrajeron el dinero de la recaudación, cuyo monto no fue revelado, y el celular comprado hace 4 meses por una de las empleadas.
Luego, huyeron en su moto “como si nada” y continúan prófugos
ARRINCONADAS Y AGREDIDAS
Roxana (56) y Gabriela (54) son las vendedoras sobre quienes los dos delincuentes descargaron toda su furia, mediante una sucesión interminable de golpes de puño, rodillazos y patadas, hasta en el caso de la primera de ellas, aún estando en el piso. Para atacarlas, según contaron a este diario ambas trabajadoras, cada uno de los asaltantes las arrinconó contra las estanterías.
“TODAVÍA ESTAMOS DOLORIDAS”
Todavía afectadas física y emocionalmente por los golpes, las empleadas cumplían ayer con sus tareas en el negocio y aceptaron contar detalles de la dramática experiencia. Según calcularon, los delincuentes tienen alrededor de 35 años.
Gabriela indicó que “me vieron sacar la basura y tras decirnos que se trataba de un robo, uno de ellos me tiró contra la estantería. Luego, me tomó del cuello como si quisiera ahorcarme. Y me dio trompadas en las costillas”.
A su lado, Roxana comentó por su parte que “a mí también me pusieron contra una estantería y un ladrón que estaba conmigo, me pegó trompadas, rodillazos y hasta patadas cuando caí al piso”, apuntó.
“Fue de locos cómo nos pegaron”, reflexionaron ambas, aunque sin entender el motivo de semejante castigo físico.
“A lo mejor porque no encontraron el dinero que esperaban”, conjeturaron, para de inmediato aclarar que “acá la mayoría de los clientes nos paga con tarjetas de crédito o de débito. Se trabaja muy poco con dinero en efectivo”, contó la mujer.
Durante la charla con EL DIA, en más de una ocasión las vendedoras aseguraron que “estamos todavía muy doloridas”.
Roxana, quien habría sufrido la mayor cantidad de descarga de golpes, mostraba a su vez desánimo por otra situación generada por el asalto. “Es que me robaron el celular que compré hace apenas 4 meses, a un valor de 47.000 pesos y que todavía estoy pagando. Comprar uno similar cuesta ahora 60.000 pesos”, lamentó la mujer.
Gabriela, en tanto, indicó que en un descuido de los delincuentes “pude salir a la vereda y grité para pedir ayuda. Me escucharon los muchachos de la colchonería, que vinieron enseguida. Pero los ladrones ya habían escapado”.
La bronca de ambas empleadas por el ataque padecido, mutó luego a indignación debido a que “pese a que apretamos el botón antipánico de la alarma, no vino ni un patrullero para interiorizarse sobre el asalto y tratar de perseguir a estos motochorros”, se quejó una de las víctimas.
En ese sentido, detalló que “nos quedamos hasta las 7 y media de la tarde, cuando llegó el dueño después que le avisáramos”, completaron. El propietario del local, Jorge (58), compartió su malestar por esa situación: ”es llamativo que no vino ni un policía. No me cierra”.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE