Mientras en Nordelta avanzan los carpinchos, en La Plata ganan terreno los gavilanes: ahora aparecieron en 18 y 57

En pleno acecho del coronavirus en el mes de mayo los vecinos de la zona de la Terminal de Omnibús comenzaron con los primeros reportes por apariciones de gavilanes mixtos que hacían hogar en árboles y balcones de la zona. En esa oportunidad estas aves conocidas polularmente como "aguiluchos" generaron preocupación por algunos ataques a mascotas y vecinos que andaba por la zona.

Expertos consultados por este medio aseguraron en esa ocasión que la conducta de esta especie característica de esta región pampeana y que puede encontrarse en zonas más descampadas, no suele ser la del ataque, a no ser que sientan que le invaden su territorio o bien por necesidad de alimentarse. A su vez, los especialistas señalaron que en los últimos años a partir de las modificaciones de las construcciones urbanas estas aves comenzaron a sentirse cómodas también en las ciudades. 

En el caso de La Plata, al parecer, su llegada se produjo en plena pandemia, quizá alentadas también por una merma de la dinámica urbana que se registró en el período pandémico, pero sobre todo por la pérdida de territorio en la zonas agrícolas de las afueras de la ciudad. Lo cierto es que vecinos habían divisado una bandada que se desplazaba por varias cuadras en torno a la Terminal platense.

Este fin de semana comenzaron a reportarse nuevas apariciones desde la zona de 18 y 57, según reportaron vecinos que además tomaron fotos y videos. En una de las imágenes se observa a uno de estos gavilanes alimentándose de una paloma. 

Julio Milat, naturalista de Berisso e integrante del Museo de Ornitología de la vecina ciudad, explicó respecto de la conducta de los gavilanes que "la conducta del ataque y sobrevuelos a las personas y mascotas resulta rarísimo y muy puntual de ese grupo". Milat agregó que “los sobrevuelos y los roces parecen responder a una conducta territorial. Es un rasgo comportamental exclusivo de este grupo en particular, no de la especie en general. No corren peligro las mascotas, no forman parte de su alimentación”.
 
También aseguró que "se los observa volando; y se escuchan; se tienen registros de nidos en varios puntos".  "Lo mismo ha sucedido con la especie en la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores", dijo. Y destacó que "se alimentan de palomas, cotorras y otras aves, además de roedores, por lo tanto, su presencia en el ambiente urbano es sumamente beneficiosa".

Según opinaron los miembros del Club de Observadores de Aves –COA La Plata-, el fenómeno del crecimiento en la cantidad de aves rapaces en la Región se debe, en parte, a la actividad humana. “La práctica hortícola en los alrededores de La Plata ha traído aparejado que se hayan tapado los humedales, lugares que resultan una de las importantes fuentes de alimentación de las aves rapaces, así como la excesiva utilización de agroquímicos de gran toxicidad. Eso puede haber producido que éstas se desplacen sobre el ejido urbano, y consiguientemente se vean más asiduamente sobre la Ciudad”.

En relación al caso particular del grupo de aves que habitan en la zona de la Terminal de Ómnibus, la entidad subrayó que “puede ser que su número sea algo mayor a los que existían hasta hace relativamente poco tiempo”. Se recordó, asimismo, que a lo largo de estos últimos años se ha visto incrementada la cantidad de rapaces en La Plata; “y entre ellas, sobre todo los chimangos y gavilanes mixtos, fundamentalmente en los barrios suburbanos, y en los espacios más abiertos”.

Desde COA La Plata se alertó: “debe tenerse muy en cuenta que estas y otras aves rapaces (caranchos, chimangos, lechuzas, etc.), son normalmente denominados “controladores biológicos”, resultando absolutamente beneficiosas para la vida humana, ya que con su accionar y con motivo de su alimentación eliminan una cantidad de roedores importante".

En relación a la presencia de estas aves rapaces en la Ciudad, el ex titular del Bioparque de La Plata, Diego Brutti, agrego que "es más o menos como ocurre con la aparición de carpinchos en Nordelta y otros lugares". "Desde el 2020, que hubo muy poca gente en la ciudad, los animales van tomando territorio en donde no está el hombre. El año pasado andaba muy poca gente en la Ciudad y estas especies como los gavilanes fueron tomando territorios, entonces en lugares en donde antes no había, ahora tenés gavilanes. Han tomado territorio y una vez que volvió la normalidad, se mantuvieron en sus lugares".
 

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