Sincronizados: “Sentimos comodidad en la transformación constante”

La banda de los hermanos Giordano lanzó su tercer disco, donde mantienen sus raíces funk, pero se acercan a la electrónica

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Es una de esas historias de La Plata. Gustavo, el padre de Ariel y Belén Giordano, el dúo que es el corazón de Sincronizados, tenía una banda de cumbia llamada Los Búhos, que seguramente recordarán los de más de 40. Allí tocaba, por ejemplo, Jorge Vázquez, “éramos vecinos”, según recuerda Ariel, en diálogo con EL DIA. Y Gustavo y Jorge tenían otras bandas, siempre jugando dentro de la movida tropical. Los ensayos eran en la casa de los Giordano. “Y entonces con Belén, mi hermana, nos íbamos curtiendo con los instrumentos, y nuestras vidas se fueron inclinando hacia ese lado”, cuenta Ariel.

Ese camino musical al principio los llevó por rutas separadas, hasta que Belén y Ariel confluyeron en Sincronizados, “un proyecto muy personal, muy familiar”, dice Ariel, que también produce. “Y también por eso nos da mucha libertad: tenemos la posibilidad de hacer lo que queramos, hemos hecho un disco en formato big band y ahora uno más electrónico”.

El disco electrónico al que se refiere Ariel es “Mutant3”, lanzado la semana pasada en las plataformas digitales, y que rompe un silencio de cuatro años para la banda. Un trabajo al que le dio forma el 2020 pandémico, que incluso encaminó algunas ideas estéticas, acercándolos a la electrónica: “La pandemia nos guardó a todos. Pero como lo único que podíamos hacer era manejarnos con lo digital, era el momento ideal para empezar a producir el disco”, explica Ariel. Comenzaron pasándose maquetas con su hermana vía internet, y cuando la cosa se abrió un poco, entraron en contacto con amigos, armaron un home studio móvil y fueron lugar por lugar para grabar los instrumentos orgánicos. De esos sonidos hicieron sus loops para armar “un rompecabezas de sonido” para “Mutant3”.

Así terminaron con “un viaje interior psicodélico de imágenes y sonidos diferentes, donde determinados personajes viven sus propias experiencias, cada una con su tinte”, según explican, un disco que sostiene la esencia funk de Sincronizados pero se fusiona con sonidos electrónicos.

“Creo que el funk engloba todo lo que hacemos: la electrónica tiene mucho de funk”, opina Ariel, pero más allá de la continuidad entre su sonido sello y su nuevo disco, acepta que “Mutant3” es “una mutación absoluta. Y no solo del sonido: el sonido ya de por sí es muy distinto, pero el disco es mutante también por las características del proyecto: cambiamos de nombre tres veces, y cada vez que sacamos un disco, cambiamos de formato. Se parece siempre a lo que era antes, pero a la vez es distinto, nuevo: hay una especie de comodidad en la transformación constante”.

Sincronizados fue primero Ariel Giordano y Los Sincronizados, un proyecto casi solista de Ariel, donde su hermana era una de las coristas. “Pero en el proceso de grabar ese disco sentí que con mi hermana y la banda éramos un grupo. Entonces se empezó a llamar Los Sincronizados. Y ahí mutó el rol de Belén, también, que pasó de ser una de las coristas a ser la única corista y tecladista, lo cual me permitió a mi tocar el bajo en algún tema. Íbamos mutando”, cuenta Ariel. “Ahora”, sigue, “le sacamos ‘Los’: somos Sincronizados. Y el formato de la banda cambia, Belén canta mucho más el frente, yo canto menos y me ocupo más del rol de productor”.

 

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