La sequía ofensiva pasó de preocupante a alarmante
Edición Impresa | 29 de Agosto de 2021 | 04:05

Gimnasia es de los equipos que menos patea al arco rival dentro de la actual Liga Profesional. Y esa estadística, dolorosa para cualquier entrenador, explica en cierta medida por qué el Tripero tiene apenas 10 unidades en 9 partidos disputados, con solo 7 goles a favor.
Sin embargo, si uno repasa los autores de las conquistas Triperas, encuentra a Luis Miguel Rodríguez como el único delantero que logró facturar en el torneo doméstico. El Pulga convirtió el penal de la Copa Argentina frente al Bicho en cancha de Banfield, donde Ramírez había abierto el marcador, y días más tarde le anotó de cabeza a River en el Juan Carmelo Zerillo.
Ni Rodrigo Holgado ni Alexis Domínguez ni Nicolás Contín ni Sebastián Cocimano, todos los “9” por definición del Lobo, han podido inflar las redes en lo que va del semestre por diferentes circunstancias.
De hecho, para irse al último gol Albiazul marcado por un delantero de área, hay que remitirse al cruce por Copa Argentina ante Dock Sud del 23 de marzo. En dicha oportunidad, Contín decretaba el 4 a 0 tras ingresar desde el banco, en una goleada que decoraría Ramírez minutos más tarde para el 5 a 0.
A partir de allí llegaría una sequía por la cual hubo ocupación en primera instancia, con un mercado de pases en el que se pidieron delanteros, preocupación después, porque los que llegaron no han podido marcar, y señales de alarma en la actualidad, porque el mal momento se profundiza.
LAS QUE TIENE NO LAS METE, SE LAS ANULAN O DECIDE MAL
Ayer se dio una situación particular en el Lobo frente a Huracán. Y es que no solo jugaron los tres “9”, sino que cada uno tuvo una chance muy clara, de las que después impiden dormir con tranquilidad si se fallan.
Primero fue Holgado, que no pudo impactar bien un pase certero de Gerometta con el arco a su merced y la mandó muy por arriba del horizontal.
Luego fue Domínguez, quien sí venció a Marcos Díaz, pero se encontró con el error de la terna arbitral, que vio offside.
Y por último fue Contín, quien en lugar de aprovechar una gran habilitación de Rodríguez y definir él mismo para darle la victoria a su equipo y así sacarse la mufa personal, quizás algo falto de confianza entendió que la mejor decisión era el pase a Insaurralde, que venía algo retrasado.
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