VIDEO.- El calvario de un comerciante de la Zona Roja: "Vivo en una serie de Pablo Escobar"
| 3 de Agosto de 2021 | 09:22

Prácticamente todos los días oye que le gritan "gonorrea, sapo, malparido". Y le advierten que "berraca paliza te espera, huevón". Le dicen: "te vamos a dar piso", mientras le muestran el filo de una botella rota. Patricio dice que son palabras que antes solamente había escuchado en las series de narcos y lo cuenta como parte del calvario que le toca vivir, asediado por un grupo de trans, en su mayoría colombianas o con claro acento centroamericano, que se dedican al narcomenudeo y que desde hace tiempo han tomado como centro de operaciones la esquina de diagonal 73 y 64.
En esa zona hay otro negocios pero los narcos eligieron la farmacia de la esquina, un local con 60 años de historia pero que hace cuatro años compró la esposa de Patricio con la idea de prosperar.
"Cuando la farmacia está abierta por ahí se corren un poco pero cuando bajo las cortinas se apoderan del frente. En los turnos no viene nadie. ¿Quién va a querer bajarse en una farmacia rodeada de gente semi desnuda, que hace pis y caca en la calle, que pelea a los gritos o que es capaz de matarse como ha ocurrido hace nomás un mes", dice Patricio a ELDIA.COM. en la mañana de otra jornada signada por el olor a excremento y la vandalización de su local.
"Todos los días es llegar y ponerme a limpiar y desinfectar. Les he pedido de todas las formas posibles. Por las malas me fue mal porque me golpearon y la verdad es que son hombres, algunos pesan más de 100 kilos y son muy violentos. Y por las buenas me fue mal también. Les dejo carteles pidiéndoles por favor que aunque sea hagan pis en el árbol y al otro día los encuentro tapados con excrementos", cuenta.
Patricio insiste en que le parece estar viviendo dentro de Narcos, El Patrón del Mal o alguna de esas series sobre el narcotráfico. "Me dicen cosas que nunca había oído sino en Netflix lo que prueba que la mayoría son colombianos, ecuatorianos, hay de todos los países".
Las amenazas son una constante. Los narcos responsabilizan a los vecinos por lo que consideran el "asedio" policial. Pero eso, dice Patricio, "no es así porque acá la policía no puede hacer nada. De vez en cuando se llevan preso a uno o una y a los tres días están otra vez. Ya me lo han dicho: no pueden, esto está bancado de arriba, es un negocio millonario", señala en clara referencia al narco menudeo que se da en la zona.
La farmacia del Inca tiene más de 60 años en La Plata, Patricio dice que su esposa la compró con la idea de seguir trabajando en un lugar emblemático de la ciudad, una esquina bien ubicada. "De día se trabaja bien, pero al caer la noche empieza el problema", cuenta Patricio que da un detalle desconocido en las descripciones del mundillo de la Zona Roja.
Y cuenta que "a las 7 de la mañana empieza el desfile de los fantasmas, gente joven que revisa los cordones, levanta las baldosas, abre las cabinas de gas. Buscan algún "raviol" que se le pueda haber caído a un travesti o algún cliente. Los ves y te dan ganas de llorar".
En ese marco Patricio asegura que en la zona "ya casi no quedan baldosas porque además las usan para pelear entre ellos o con las bandas rivales. Acá hay muchos asaltos, gente que le viene a quitar la droga a los travestis. Hace un mes hubo un asesinato y tuve que darle la filmación a la fiscalía".
"Todos los días llego una hora antes del horario para juntar las botellas, los preservativos, echar un baldazo con lavandina para sacar los excrementos y el pis. A veces ni eso alcanza y por ahí viene un cliente y te dice: que olor a pis que hay. Pero es una pelea que damos todos los días, solos".
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