Vecinos en alerta por la calidad del agua en barrios de zona Norte

Preocupados por el líquido vital que sale de las canillas mandaron a hacer estudios a laboratorios privados que afirman que no sería apta para consumo. Realizaron denuncias en Absa

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En las últimas horas, vecinos de Villa Castells denunciaron que viven sin presión de agua y que, según certificaron con análisis bacteriológicos, la poca que por momentos ingresa a sus hogares, no es apta para el consumo. Por esa razón, ayer presentaron una nota en Absa para que se solucione un problema que ya lleva varios años.

Como se recordará, en 2015 los vecinos de Gonnet y Villa Castells realizaron una denuncia porque el agua presentaba un exceso de sodio que la hacía no apta para el consumo humano. El problema llegó a la Justicia y se dictaminó que, hasta que se normalizara la provisión, la empresa entregara bidones con agua potable. Con el tiempo también comenzó la construcción del acueducto Norte que se anunció como la solución definitiva al problema. Esa red de 9 kilómetros abastecería a unos 30 mil vecinos con agua potable producida en la Planta Donato Gerardi, de Punta Lara.

Sin embargo, en estos días volvió a hablarse de “sequía” en el Barrio Amebs, comprendido por las calles que van de 505 a 508 de 9 a 10 bis. “Se comprobó que de dos años a la fecha no es bacteriológicamente potable”, sostuvo María, la vecina que reunió firmas para presentar la inquietud del barrio en las oficinas de Absa. Cabe destacarse que EL DIA consultó a la empresa sobre la denuncia, pero hasta el cierre de esta edición no se recibió ninguna respuesta.

En la nota se solicitó que se entreguen puerta a puerta bidones de agua potable, de acuerdo a lo que necesite cada familia. También se remarcó la necesidad de que se exima del pago en lo correspondiente al servicio del agua. Los vecinos dijeron que abonan facturas cercanas a los mil pesos mensuales, pero deben costear la compra de agua mineral porque la de red, aseguraron, no es apta para el consumo.

Un vecino de 12 y 502 también tomó una muestra de agua de la red de su casa y, luego de mandarla a analizar, constató que no era bacteriológicamente potable. Como se recordará, en un principio, se detectó que tenía más sodio del recomendado.

Diego, otro de los vecinos afectados por la calidad y escasez del agua, indicó que los inconvenientes arrancaron antes de 2015. “En esa época ya teníamos problemas con el agua y en verano eran más graves; en ese momento se hicieron varios reclamos y muchos tuvimos que colocar cisternas; se pusieron tanques en la delegación, se entregaron bidones de agua por familias y se construyó el acueducto Norte, pero el agua sigue siendo no potable”, sostuvo el vecino de 10 bis y 506.

El último estudio de calidad del agua lo encaró una vecina la semana pasada y por ese análisis se constató que no era potable.

“Hace cinco años que en casa compramos bidones de agua para tomar y cocinar, sin embargo me reclamaron que estuve dos años sin pagar el servicio y me propusieron un plan. Lo lógico sería que me cobren por el servicio de cloacas, no por algo que no podemos consumir”, agregó Diego, a quien le dijeron que si no se ponía al día con la deuda pasarían todo al departamento judicial de Absa.

En esa zona muchos vecinos recurren a los tanques de agua que colocó Absa en diferentes espacios públicos o a los bidones que se entregan en la delegación. Sin embargo, muchos coincidieron en que resultan insuficientes cuatro bidones por familia. Además se destacó que durante las entregas se juntan tantos vecinos que es imposible respetar el distanciamiento social.

También los indigna que la presión del servicio sea tan bajo que tampoco cuentan con agua para llevar adelante el resto de las tareas del hogar, como uso de baño, limpieza, etc. “La presión es tan baja que no alcanza ni a llenar una cisterna que está enterrada”, aseguró otro vecino.

Por todas esas complicaciones en el servicio, ayer se presentó el reclamo en Absa. Los vecinos insistieron en que la calidad del agua es mala y tampoco tienen suficiente presión para que llegue a los tanques.

“Cobran por algo que no recibimos, las obras que hicieron no dieron resultado y los bidones que se entregan son pocos y obligan a los vecinos a amontonarse porque, a los pocos minutos que llega el camión de Absa, ya se acaban”, dijo una vecina y agregó que su hermana, que vive en 10 y 483, también sufre la escasez del servicio.

Los problemas con el agua en la zona Norte son un tema recurrente desde hace varios años

 

 

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