Siguen los graves peligros para el tránsito en el tramo platense de la ruta 36

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En los últimos meses se hicieron públicos los reclamos de vecinos de Olmos, Abasto, Colonia Urquiza, Los Porteños y otras localidades por los peligros que implica circular la ruta 36, en el tramo correspondiente al distrito de La Plata. En ese sector, la vía caminera que llega hasta localidades atlánticas no se encuentra bien demarcada, carece de banquinas y registra un altísimo tránsito, descontrolado y habitualmente muy rápido, que corre desde El Pato hasta más allá de la avenida 90, ya en la zona sur del partido.

Nuestra zona lleva más de 40 víctimas fatales en choques ocurridos en lo que va del año y cinco de ellas sucedieron en la ya fatídica ruta 36, al registrarse ahora la muerte de un motociclista al embestirse con un automóvil. Cayó en el pavimento, con heridas tan graves que nada pudieron hacer para salvarlo los médicos que lo asistieron casi de inmediato porque justo pasaron por el lugar. Tampoco lograron reanimarlo un rato después en una ambulancia. Estos últimos fueron quienes certificaron su muerte.

En el caso de la localidad de Olmos, los vecinos de Olmos reclamaron hace meses la instalación de semáforos a la altura de la calle 51. Sin embargo, el problema es de fondo y merecería de las autoridades un estudio integral de las medidas que deben adoptarse, frente a la realidad, problemática por cierto, de que una ruta de alta velocidad atraviese zonas densamente pobladas.

Tal como lo reflejan los antecedentes, los testimonios de usuarios y de integrantes de los cuerpos de bomberos locales -que se han visto obligados a actuar en distintas emergencias-, la ruta 36 cuenta con sólo dos manos, una de ida y otra de vuelta, privadas de separadores, de modo que el sobrepaso de vehículos se vuelve extremadamente peligroso. La existencia de grandes curvas, mal señalizadas, constituye otra dificultad.

Asimismo, tal como se dijo hace varios meses, debe tomarse en cuenta que en años recientes se completó el pavimentado de la ex calle 11 (hoy la 469) que sale desde City Bell, de modo que son también numerosos los automovilistas de la zona Norte -que incluye a Villa Elisa, Gonnet y otras localidades-, que eligen esta salida como alternativa para llegar a las rutas atlánticas, evitándose hacerlo por las tradicionales avenidas 520 y la 44.

Debe también ponderarse el hecho de que la ex calle 11 atraviesa una de las zonas florícolas y frutihortícolas más activas de la Región, ubicada básicamente en Los Porteños y Colonia Urquiza, de modo que son también centenares los camiones y camionetas que se suman ahora, en forma cotidiana, a la ya sobrecargada ruta 36, que concentra entonces vehículos de distinto porte y que circulan a velocidades muy diferentes unos de otras.

Falta, asimismo, en la intersección de la ex calle 11 y en otros cruces conflictivos señalización eficiente, rotondas o distribuidores para el ingreso y egreso de esta circulación local sobre la ruta 36, originándose en el cruce existente toda clase de riesgos.

Está claro -y las estadísticas, lamentablemente, lo vienen exigiendo- que los operativos de control del tránsito en las temporadas de vacaciones y en los feriados largos deben intensificar su accionar y redoblar esfuerzos en este largo tramo, en donde se han producido numerosos accidentes fatales. Ello, como solución provisoria mientras se dota a la ruta 36 de señalización, banquinas, divisores y otras mejoras estructurales.

En ese contexto, resulta prioritario que las autoridades responsables le otorguen atención integral a algunas vías camineras que, como el tramo aquí mencionado de la ruta 36 -aunque también se han producido accidentes muy graves en la zona más alejada de Pipinas- implican para los usuarios enfrentar injustificados riesgos y exponerse a riesgos demasiado graves.

 

 

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