Reuma y sexualidad: el tema “tabú” que le escapa a los consultorios
Edición Impresa | 10 de Enero de 2022 | 02:35

Las patologías reumatológicas, que incluyen un conjunto de más de 200 enfermedades diferentes, de las cuales las más comunes son fibromialgia, artrosis, lupus, artritis reumatoidea, esclerodermia o gota, englobadas popularmente bajo el nombre de “reuma”, tienen en común el dolor de las articulaciones, músculos o tendones, pero también mucha repercusión en la vida laboral, familiar y social de las personas que las padecen.
Sin embargo, mas allá de los dolores que generan estas enfermedades, especialistas han comenzado a advertir sobre situaciones que no suelen hablarse en los consultorios médicos, por considerarse un tema tabú, como el de la sexualidad.
Sobre esto, la médica reumatóloga especializada en sexología clínica, Yamila Chichotky, señala que “hasta el 70% de los pacientes con patologías reumatológicas manifiestan algún grado de disfunción sexual, pero el 80% de los profesionales no evalúan “la sexualidad” de las personas que padecen enfermedades reumáticas porque se lo considera un tema tabú”.
Cabe destacar que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que “alcanzar un bienestar integral incluye los aspectos relacionados con la sexualidad”, mientras que también la Sociedad Argentina de Reumatología (SAR), sostiene que “es un desafío para los reumatólogos desarrollar una atención integral dentro de los complejos tratamientos que realizan para paliar estas dolencias crónicas”.
Chichotky, integrante del grupo de estudio sobre artritis reumatoidea, sexualidad y calidad de vida de la SAR, señala que “el 80% de los médicos reumatólogos no evaluamos la sexualidad de los pacientes en cualquier enfermedad reumática, y esta situación se debe a que la sexualidad es aún un tema tabú, el paciente no se siente cómodo hablando sobre esto, y el médico no pregunta”.
“Existen acciones para ayudar a los pacientes si tienen dolores en músculos o articulaciones”
Es así que, en el 54° Congreso Argentino de Reumatología que se desarrolló recientemente, los especialistas concluyeron que “es necesario concientizar a los equipos de salud sobre la necesidad de incorporar el aspecto de la sexualidad en el cuidado integral de los pacientes”.
Cabe destacar que las investigaciones revelan que todas las enfermedades del espectro autoinmune (como esclerodermia, lupus o artritis reumatoidea, entre otras) afectan la sexualidad porque, entre otros aspectos, generan dolor, alteraciones articulares, sequedad vaginal y disfunción eréctil.
“El 71,7% de las mujeres con lupus en Argentina, una enfermedad reumática que alcanza al 0,2% de la población siendo más común en las mujeres, manifestaron tener alguna disfunción sexual en un estudio realizado en septiembre de 2021, y otro sobre pacientes masculinos con artritis reumatoidea, arrojó que el 55% tenía disfunción eréctil.
“Si bien ahora se mejoró mucho la calidad de vida -sostienen los especialistas- entre un 30 o 40% de los pacientes tienen depresión que no es tratada porque es posible que el paciente sienta que no está deprimido y que su estado se deba a la enfermedad. Sin embargo, la asociación entre depresión y disfunción sexual fue ampliamente documentada”.
“El 80% de los reumatólogos no evaluamos la sexualidad de los pacientes”
“Los reumatólogos -refiere la doctora Chichotky - muchas veces cumplimos el rol de médicos de cabecera y somos los responsables de identificar la necesidad de derivaciones específicas, por ejemplo a especialistas en cardiología o diabetes, sin embargo en lo relacionado a la salud sexual, es algo que nos está faltando. En el mundo se realizaron sólo dos ensayos con pacientes mujeres, uno con tratamiento físico y el otro con educación sexual, y tras el control posterior se encontró mejoría objetiva en la evaluación de la sexualidad. Sin embargo, aún no se han implementado porque es necesaria mayor evidencia”.
La especialista, reumatóloga con 20 años de trayectoria, destaca que para cambiar esta situación, es necesario integrar la educación sexual a la especialidad, porque “lo que se enseña en anatomía, lo que a mí me enseñaron de sexualidad en la universidad, solo fueron los aspectos reproductivos, el placer quedó afuera. Por ejemplo, la enseñanza está direccionada hacia cómo funciona el aparato reproductor, a diferencia de la sexología, que viene a instaurar que el aparato reproductor también da placer. Hoy hablamos más sobre un tema que debería ser parte de la formación de un médico, ya que sólo estudiamos la fisiología del embarazo y la eyaculación para saber cómo fecunda un embrión, no el proceso por el cual esto se desarrolla”.
EL ROL DE LA EDUCACIÓN
La actual presidenta de la Sociedad Argentina de Reumatología, María Celina de la Vega, expone que “cuando los pacientes están en edad activa, notamos un gran deterioro en los índices que usamos para medir la calidad de vida, y percibimos, por ejemplo, menor asistencia al trabajo, jubilaciones y retiros a edades más tempranas, menor grado de formación académica alcanzado, nivel de ingresos más bajo, y deterioro en aspectos anímicos y sexuales”.
“Para combatir todo esto – señala por su parte Chichotky - la primera herramienta es la educación, y es necesario seguir trabajando sobre eso porque existen muchas falencias acerca del conocimiento que tenemos tanto médicos como pacientes, por ejemplo, de la anatomía de los órganos genitales. Pero a pesar de las limitaciones, muchas veces solo el hecho de hablar de disfunción sexual es, para el paciente, muy importante, y se retira complacido porque lo pudo charlar, y así se descomprime el tema”.
“Otro problema importante -añade- es la distorsión en la percepción de la imagen corporal, ya sea como efecto secundario a los tratamientos como con los corticoides, que pueden tener efectos adversos que afectan la imagen corporal como el crecimiento aumentado de vello, generar diabetes y secundariamente impotencia. Es una de las tantas cosas por la que los reumatólogos tratamos de usarlos lo menos posible, y remplazarlos por otros medicamentos menos tóxicos. Porque cuando hablamos de sexualidad, no nos referimos únicamente a la capacidad de mantener el coito, sino a muchos otros aspectos físicos y emocionales que tenemos que aprender a evaluar y tratar para ayudar a dar respuestas que mejoren la calidad de vida de las personas”.
Finalmente, la especialista señaló que “existen ciertas acciones para ayudar a los pacientes si tienen dolores en sus articulaciones o músculos, y así se pueden recomendar, por ejemplo, distintas posiciones para evitar el dolor, por caso en muñecas, rodillas o caderas, y también se aconseja un baño con agua tibia para mejorar la rigidez y mejorar la capacidad de movimiento, todo con el objetivo de no sobrecargar esa zona de dolor para que el acto sexual sea placentero”.
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