Denuncian desmonte y riesgo de usurpación
Edición Impresa | 18 de Enero de 2022 | 02:12

El desmonte de un amplio tramo del Arroyo Carnaval, en Villa Elisa, mantiene en vilo a vecinos que en las últimas horas denunciaron que no sólo se trata de un posible nuevo asentamiento, sino de un brutal ataque a la biodiversidad. Según informaron, se talaron magníficos ejemplares, se extrajo un cañaveral y se arrasaron con pastizales que daban refugio a decenas de especies animales.
Si bien en esa zona hay casas precarias que se instalaron desde hace varias décadas, lo que ahora enciende las alarmas es el “desembarco” de nuevas personas que están preparando el terreno a los márgenes del cauce hídrico, para levantar una vivienda.
“Se entiende que hay muchas necesidades, pero esto era un paraíso verde, un pulmón de oxígeno como esos que se necesitan para mitigar la ola de calor y nadie hace nada para evitar este atentado contra la naturaleza”, apuntó un vecino de la zona.
El desmonte del Arroyo Carnaval y el impacto por la tala de árboles es algo que ya empieza a observarse.
También se quemaron pastizales que afectan la biodiveridad de la zona. Además se teme que en el lugar, situado en la zona de 422 y 21d, se forme un asentamiento.
“Son terrenos fiscales a la vera del arroyo, donde están haciendo una tala feroz de árboles”, denunciaron.
En ese sentido, se pidió la “urgente intervención de la Municipalidad, los concejales y la delegación de Villa Elisa”.
Se advirtió que las aves y otras tantas especies que habitan allí se verán perjudicadas por esa “intervención indiscriminada”.
“Hay unas aves que se llaman Ipecahá, que en nuestra región están sólo acá. Pero de a poco, este grupo de gente va tomando el borde del arroyo y toda esta biodiversidad se está perdiendo”, lamentaron.
Consultado por EL DIA, Diego Montalti, doctor en Ciencias Naturales y licenciado en Biología, sostuvo que seguramente el ave se vaya a otra zona en busca de lugares donde no lo molesten. “Es bastante común en los arroyos de la zona, incluso se reproduce y cría ahí”, explicó y evaluó que el riesgo es que los disturbios tal vez hagan que no se reproduzcan, no encuentren alimento, o los ataquen perros o gatos.
“Eso puede hacer que baje la población”, agregó.
Los denunciantes prefirieron preservar sus identidades para evitar represalias por parte de quienes, según señalaron, avanzan con el desmonte.
“Viven aquí desde hace tiempo y en las últimas jornadas empezaron a talar y arrasar con estos terrenos fiscales. Sabemos que son personas que no pueden comprar un terreno, pero ¿no les alcanza con lo que tienen como para destruir todo este sector de biodiversidad?”, expresaron.
“Avanzan desde la calle 423, donde había un cañaveral nativo, dejaron 200 metros de tierra pelada”, agregó un hombre que aclaró que las tierras en cuestión pertenecen a la Dirección de Hidráulica de la Provincia y que, por estar a tres metros del cauce, son muy inundables en caso de crecidas”, agregaron.
En tanto, desde la Municipalidad indicaron que “se tomó rápida intervención. En 422 y 21 D, inspectores constataron que en la zona no se encontraban rastros de tala indiscriminada ni de asentamientos. No existe denuncia formal en la Municipalidad, por lo que se recomendó a los vecinos realizar la presentación lo más completa posible (con fotos o imágenes de lo denunciado) para las acciones posteriores”.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE