Qué se sabe del robo en la casa de Marcos Rojo, por el que detuvieron a la empleada doméstica

Mientras Marcos Rojo gritaba desde los palcos del estadio UNO los goles de Diego González y Exequiel Zeballos que le dieron la victoria a Boca sobre Colo Colo de Chile, en su casa emplazada en el country Miralagos, en Lisandro Olmos, manos ajenas tocaban sus pertenencias. El ex jugador de Estudiantes nada sabía de lo que ocurría en su hogar y podría no haberlo descubierto esa misma noche.

Es que, de no ser por el hallazgo del vidrio astillado de una cajonera en un ropero interno, el robo del que fue víctima el defensor casi pasa desapercibido. Ese detalle propició también la captura de la presunta culpable.

Entonces pasaron dos cosas. Primero, el aviso a la Policía, y luego un mensaje en las redes sociales que contaba lo sucedido.

Minutos después, personal de la DDI La Plata y de la comisaría Decimoquinta acudió al predio situado sobre la ruta 2, a la altura del kilómetro 67. Era evidente que el escruche parecía haber sido cometido por alguien del entorno de Rojo: no había daños en el alambrado perimetral y todo indica que la alarma fue desactivada al ingresar el código correcto.

Tampoco encontraron desorden ni elementos tirados en el piso. Esto, a priori, indicaría que el ladrón sabía de antemano qué buscar y dónde.

UN BOTÍN ESCONDIDO

El regreso con sonrisa de Rojo y su pareja, pasada la medianoche, se modificó de un momento para el otro. Nada los hizo sospechar del robo hasta que ambos entraron a su habitación.

Fue su mujer quien notó el cristal del armario roto. Tras una inspección más exhaustiva, advirtieron que faltaba una mochila marca Louis Vuitton, un teléfono celular marca iPhone, un medallón con el escudo de Estudiantes, relojes, alhajas, y una suma importante de dinero en efectivo. Según revelaron las víctimas, todo estaba guardado “en un lugares específicos”. Y ninguna otra cosa había sido tocada.

Cuando los agentes se presentaron en la escena, los damnificados señalaron a la empleada doméstica como una de las posibles sospechosas del hecho. La mujer que realizaba tareas en ese domicilio “había estado acomodado en el lugar de los faltantes” la misma jornada del robo, se indicó. Asimismo, precisaron que ella “era la única que sabia donde estaban” las pertenencias sustraídas.

Los detectives llevaron adelante tareas investigativas y de relevamiento de las cámaras de seguridad instaladas en el parque. Por medio de esas imágenes, visualizaron a una persona que había transitado por los fondos del predio.

Seguidamente, comenzó un amplio rastrillaje que terminó con la detención de la trabajadora en su casa de Ángel Etcheverry, la cual será allanada en las próximas horas, confiaron voceros de la causa.

Fuentes oficiales informaron que la acusada, de 44 años, quedó a disposición de la Justicia para ser interrogada. Se desconoce si actuó en soledad o tuvo un cómplice que la ayudó a escapar del country con el botín.

En la causa, caratulada como “robo”, tomó intervención la UFI Nº 8 en turno, a cargo del fiscal Martín Almirón.

El predio está situado sobre el kilómetro 67 de la ruta 2