Mejorar las respuestas ante los fenómenos climáticos que impactan en la Región

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Una vez más un fuerte temporal de lluvia y viento azotó nuestra región en estas jornadas y dejó como saldo anegamientos parciales, cortes de luz, caídas de árboles, voladura de techos y una preocupación generalizada entre los vecinos por los múltiples trastornos que ello significa.

Asimismo, esas condiciones volvieron a dejar en evidencia la necesidad de contar con mayores previsiones y recursos para enfrentar estas emergencias climáticas cada vez más recurrentes en nuestra zona, ya ubicada entre las dos primeras en el mundo por la cantidad de temporales que se registran en ella.

Lo cierto es que, el área municipal de Protección Civil renovó el alerta por tormentas, con lluvias y vientos para el inicio del fin de semana.

Luego del intenso chaparrón del mediodía del jueves, que generó dificultades y reclamos en algunos barrios, anteayer y en la víspera se mantuvo la vigilancia por la persistencia de la inestabilidad, tanto en la Región como en buena parte de la Provincia.

En este contexto, se informó oficialmente que continuaría ayer el denominado “nivel de atención del riesgo” por tormentas, asegurándose que el ambiente se mantendría de templado a cálido, según la previsión meteorológica, aunque para hoy se pronosticaba un descenso de la temperatura, con chaparrones dispersos y lloviznas.

Cabe recordar que recientes estudios meteorológicos mundiales dictaminaron que las tormentas han aumentado de manera notable en los últimos años en todos los países.

A su vez, distintos expertos argentinos coincidieron recientemente en que, mientras hace tres décadas ocurría un evento de estas magnitudes cada cinco años, en la actualidad la frecuencia es mucho mayor.

En el caso de nuestro país, además, se determinó en forma fehaciente un ostensible crecimiento en la cantidad de días por año en fenómenos climáticos cada vez más severos, en una situación que se presenta esencialmente desde Río Negro hasta el norte.

Los expertos indicaron que, de acuerdo con algunos estudios, la región comprendida por la llanura pampeana, la Mesopotamia y el sur de Brasil -en la que se encuentra contenida nuestra zona- conformaría el segundo lugar del mundo en donde se produce la mayor cantidad de tornados, luego del medio oeste de Estados Unidos.

Está claro que resulta esencial que funcionen a pleno las estructuras de desagües recientemente habilitadas en la Ciudad y que ello se haga extensivo a las localidades y barrios de la periferia, poniéndose especial énfasis en el mantenimiento de las redes de desagüe pluvial.

Asimismo, es prioritario que se atienda al sistema secundario de localidades alejadas, despejándose los canales y zanjas existentes.

Pero resulta esencial -y lo ocurrido recientemente debiera servir como una reiterada enseñanza- que la Región no sólo cuente de una defensa civil perfectamente estructurada, capaz de enfrentar y resolver con rapidez muchas de las consecuencias de estas calamidades climáticas, sino que la población disponga de suficientes conocimientos para saber cómo actuar frente a ellas.

 

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