Se sobrepone a todo e ilusiona

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Por EDUARDO TUCCI

deportes@eldia.com

La Selección ilusiona. Esa parece ser la mejor definición a esta altura del camino que conduce ni más ni menos que a la cita mundialista, la más esperada. Y esta vez logró su cometido en un escenario adverso, a más de 2.300 metros sobre el nivel del mar, en medio de un clima picado desde el mismo momento que la delegación argentina pisó Calama y sin la presencia de su líder principal.

En esa escenografía el equipo se movió atinadamente y el compromiso grupal pudo más que todo para sobreponerse al bache de talento que irremediablemente genera la ausencia de Messi. Presionó cuando debió hacerlo, se complementó con acierto para desactivar las arremetidas del rival y pudo pegar en los momentos justos.

La personalidad de la “Scaloneta” se impuso por sobre un trámite que de entrada no aparecía como nada sencillo. Pegó primero, supo absorber la igualdad conseguida por la Roja –con un gol que algunos le cargan erróneamente al Dibu Martínez—y le puso los números definitivos al partido en momentos en los que la fricción y la lucha se imponían ampliamente por sobre la elaboración.

Quedaron infinidad de intervenciones atinadas por parte de individualidades que se van asentando y postales que no se olvidarán fácil como el golazo de Di María que abrió el marcador con una jugada a lo Messi. El “Fideo” es una de esas individualidades para destacar en medio de un panorama general en el que nadie rozó el aplazo.

Queda por recorrer el camino más duro pero todas estas actuaciones –con 28 partidos consecutivos sin derrotas--, llevan a pensar que hay con qué ilusionarse para cuando llegue la pelea principal. La entrega está garantizada y ello quedó claramente evidenciado la noche del jueves cuando los efectos de la altura se hicieron sentir, las bocas abiertas intentaban bocanadas más grande de oxígeno para recuperar el aire, pero lo actitud no se resignó.

Resultó evidente que el período complementario no tuvo la dinámica de los 45 minutos iniciales. Chile intentó cambiar de libreto en esa segunda parte pero no le alcanzó. En todos los pasajes la estructura albiceleste siempre pareció más robusta y en ningún momento se vio superada.

Se lució el Dibu con una brillante tapada en un violento remate de Paulo Díaz que buscó sorprender desde bien lejos. El resto cumplió aportando cada uno lo suyo para dar forma a una estructura con personalidad.

Queda muy poco para que las Eliminatorias determinen quienes se quedan con los pasajes para la Copa del Mundo. Argentina ya tiene el suyo. Las expectativas crecen ante la cercanía de la cita máxima. La Selección, mientras tanto, entusiasma.

 

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