De “bufón” a “mentiroso”, Lula y Bolsonaro se tiran con todo en la campaña

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“Borracho, ladrón”, lanza Jair Bolsonaro. “Genocida, ignorante”, replica Lula da Silva: los insultos y los comentarios difamatorios abundan entre los dos adversarios en una agresiva campaña rumbo a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil.

“Yo digo groserías, pero no soy un ladrón”, afirmó el mandatario ultraderechista hace poco más de un mes, frente a seguidores en la playa de Copacabana, el día del bicentenario de la Independencia de Brasil.

“De este lado, una persona que defiende a la familia, del otro lado, un ladrón que dice que los valores familiares son sinónimo de retroceso. Si se precisa luchar contra esta pandilla de Lula, lucharemos”, disparó en otro acto cerca de San Pablo el 24 de septiembre.

También lanzó fuertes epítetos contra su mayor adversario en el último debate televisivo antes de la primera vuelta, calificándolo de “mentiroso, expresidiario y traidor de la patria”.

“Si eligen a un borracho para dirigir Brasil, ¿creen que funcionará?”, tiró el viernes pasado, durante una rueda de prensa en el Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial en Brasilia). Ese mismo día, Lula tuiteó: “Bolsonaro está nervioso, me anda insultando. Pero debe saber que quien quiere ser jefe de Estado no puede estar nervioso”. Y el presidente, que va por su reelección, le respondió también en la red social del pajarito: “¡Lo que un jefe de Estado no puede hacer es robar, vagabundo!”.

El domingo, en una nota con el canal de YouTube Pilhado, Bolsonaro dijo que “Lula superó a Al Capone. Lo siento por Al Capone, quedó como un carterista”, además de volver a llamarlo “gran mentiroso, estafador, corrupto y ladrón”.

Pero en esta “guerra verbal”, Lula no se queda de brazos cruzados. En agosto, en una acto en Campina Grande, en el estado de Paraiba (noreste), se refirió a Bolsonaro en duros términos, afirmando que “ese genocida que gobierna este país no es recibido por nadie [en el extranjero] y nadie nos quiere visitar. Es un negacionista”.

También calificó al excapitán del ejército como “rehén del Congreso nacional” y dijo que “parece el bufón de la corte”, en una entrevista con TV Globo. En referencia a las marchas bolsonaristas en Copacabana en los primeros días de septiembre, Lula aseguró que “el acto de Bolsonaro parecía una reunión del Ku Klux Klan. Solo le faltaron las capuchas”.

“INSENSIBLE E IGNORANTE”

Y sus críticas al mandatario en el manejo de la pandemia han sido demoledoras. “No estamos luchando contra un político normal. Estamos frente a un hombre sin alma, sin corazón, un hombre que no ha tenido la sensibilidad de derramar una sola lágrima por las más de 680.000 víctimas del Covid” en Brasil”, aseguró el viernes pasado en un acto en San Pablo, durante un discurso junto a la senadora Simone Tebet, que se unió a la campaña del izquierdista tras quedar tercera en la primera vuelta.

Asimismo, Lula se ha referido más de una vez a su rival como “un poco ignorante, con esa manera tosca suya, de campesino grosero”. Y en los últimos días, protagonizó una controvertida situación, cuando le prohibieron usar un video de campaña con un fragmento de una entrevista que Bolsonaro le dio al diario The New York Times en 2016 y en la que afirmaba que tendría el coraje de coraje de “comer carne de indio”. “Aquí nadie quiere venir por miedo a que se lo coma el caníbal”, expresó Lula hace poco, en conferencia de prensa en Campinas, al prometer que atraerá a inversores extranjeros. “Si (Bolsonaro) piensa en darle un mordisco a un tipo de Pernambuco (estado natal de Lula), morirá envenenado”, dijo el domingo en un mitin en Belo Horizonte. (AFP)

 

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