VIDEO. Horas de sangre y muerte: La Plata sacudida por dos crímenes brutales

Juan Pablo Garraza tenía 29 años y fue ultimado de un cuchillazo en el tórax en Villa Elvira. El principal sospechoso es actual pareja de su ex. Poco después, en San Carlos, otro joven murió baleado en un intento de robo. Conmoción

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Desde hace mucho tiempo, en la Ciudad se respira un clima extraño, enrarecido, poco amigable. Cruzada por una inseguridad cada vez más brutal, las relaciones humanas también desnudan un momento crítico, de violencia extrema.

Como muestra de esa grave situación, se pueden mencionar los dos asesinatos que se registraron el lunes pasado con muy pocas horas de diferencia. Uno de ellos, el suscitado en Villa Elvira, sobre la calle 5 bis entre 82 y 83, ya fue adelantado en exclusiva por este diario en su edición anterior y tuvo como víctima a Juan Pablo Garraza (29).

El otro caso trágico ocurrió poco después en el barrio San Carlos, donde un joven de 23 años, Jason Ezequiel Morel, encontró la muerte al recibir un disparo en un intento de robo de una moto (ver aparte).

Cabe destacar que en lo que va del año en la Región, con distintos móviles, los homicidios ya llegan a 30. Sin dudas, una cifra por demás preocupante.

DISCUSIÓN FATAL

Juan Pablo Garraza, según informó la Policía, se presentó en la casa de su ex, al parecer, con intención de ver a sus hijas. Pero algo sucedió en el medio que, la actual pareja de la mujer, le salió al cruce y todo terminó de la peor forma.

Gerardo, padre de la joven, le contó ayer a este diario que Garraza tenía una restricción perimetral y que estaban en tratativas por ampliarla.

El hombre lo definió como “conflictivo”, “acosador” y aseguró que estuvo preso.

“Mi hija tuvo muchos problemas con él y le tenía miedo. Si bien no quería que las nenas dejaran de ver al padre, venía a cualquiera hora, a las once de la noche, a las dos de la mañana y siempre pasaba algo”, relató.

“Una vez lo tuve que frenar y me amenazó”, recordó.

Que llevó a la agresión mortal, nadie de la familia lo puede explicar, porque, según aseguran, el acusado del asesinato “es un tipo buenísimo, muy tranquilo”.

Tampoco saben quién portaba el cuchillo. Si lo llevaba Garraza y se lo sacaron o si, quien le dio muerte, lo tenía encima para defenderse por los dramas que siempre ocurrían.

En esas circunstancias, Garraza recibió un puntazo en el pecho y cayó muerto en la entrada de la vivienda de su expareja.

En medio de un griterío ensordecedor y, los intentos en vano por ayudar al herido, al autor del homicidio escapó.

“Le pedimos que se entregue. Él está muy asustado, pero se tiene que hacer cargo. Nadie justifica lo que hizo, aunque estamos convencidos de que algo pasó”, expresó el tío de la mujer.

En la investigación, tomó parte personal del Comando de Patrulla La Plata y de la comisaría octava, bajo la supervisión del fiscal penal en turno, Juan Menucci.

 

Fue todo muy rápido. Él vino a molestar a la casa de mi sobrina. Y no sé qué habrá dicho. No justificó nada, pero para una reacción así, algo pasó. Ahora él -por el acusado- está muy asustado. Nosotros le pedimos que se entregue, sino será mucho peor. Un agravante”

 

Fuentes ligadas a la pesquisa confiaron a este diario que “más temprano que tarde, el acusado caerá”.

Es que ya está identificado y se sabe no cuenta con recursos para mantenerse prófugo.

Respecto del fallecido, sus allegados mencionaron que “era albañil y muy buena persona. Todos lo queríamos acá en la zona. Él estaba separado de su mujer. Estaba bastante solo”. Al mismo tiempo confesaron que le decían Rambo. “Era muy laburador. Tenía un conflicto con la pareja de su exmujer, que siempre discutían y el chabón le decía que lo iba a matar. Hasta que lo mató”, agregaron desde Altos de San Lorenzo, el lugar donde residía.

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