Juicio por el crimen de García Belsunce: una genetista dio un dato clave

Se lleva a cabo una nueva audiencia en el tercer juicio que investiga el asesinato de María Marta García Belsunce. Esta tarde se presentó como testigo la genetista María Mercedes Lojo, una autoridad dentro de la profesión y la encargada de tomar y analizar las muestras de sangre en la escena del crimen.

La defensa de Nicolás Pachelo dio pie a la genetista como su testigo, quien desde el inicio aclaró que las muestras de sangre fueron tomadas “en la escena del crimen y no en el lugar de los hechos”. 

Además, aseguró que “no se sabe si las manchas y las huellas pueden estar vinculadas al hecho”, respecto a los rastros de sangre que pertenecen a una mujer y dos hombres en la planta superior de la casa de María Marta García Belsunce hace veinte años. 

Para reforzar su testimonio, el equipo de abogados defensores integrado por Marcelo Rodríguez Jordán y Raquel Pérez Iglesias presentó un video donde se ve la escena del crimen, la casa de la víctima y los lugares donde se tomaron los rastros de sangre para el ADN. Este video fue grabado por el ex abogado de Carlos Carrascosa, Fernando Díaz Cantón. 

La genetista mostró gran sorpresa por el tiempo que “se esperó para hacer las diligencias”, algo que no le ocurrió nunca antes en su carrera. “Entre febrero y marzo del 2003 estábamos en condiciones de realizar el cotejo y se demoró. En diciembre de 2003 se tomaron muestras a Pachelo y Glennon. En 2006 se completó con Carrascosa y en 2007 con la familia. Nunca me había pasado una cosa así, de una supervisión tan tenaz”, destacó en su testimonio.

Para quien fuera la jefa del laboratorio de ADN, que depende de la Asesoría Pericial de la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires, la “única forma de cotejar (la identidad) es con otra muestra de otro individuo identificado”. 

Lojo remarcó no poder afirmar que el material que extrajo para los análisis fuera estéril ya que en la escena del crimen circularon personas y se limpió el lugar, por lo que “puede haber contaminación”. “La escena y el cuerpo cuentan la historia, por eso es importante la reserva. Acá se limpió y circuló gente”, mencionó. 

Por lo tanto, puede ser que los rastros de sangre que se extrajeron pertenezcan a cualquier otra persona que haya circulado en la casa, incluso antes o después de haberse cometido el crimen.

 

MARÍA MARTA GARCÍA BELSUNCE

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